No es expectativa, sino, más bien, pesimismo lo que rodea al segundo mensaje a la nación por el aniversario patrio que hoy deberá pronunciar la presidenta Dina Boluarte ante el Congreso. Consultados por Perú21, especialistas afirman que esperarían atención priorizada a la seguridad y educación, cambios fundamentales o respuestas concretas a denuncias. Finalmente, sin embargo, tienen la convicción de que nada de eso tendrá el discurso.
“NADIE ESPERA NADA DEL MENSAJE A LA NACIÓN"
Álvaro Henzler. Presidente de la Asociación Civil Transparencia.
Hoy vivimos una de las crisis democráticas más serias y complejas de nuestra historia reciente. Las autoridades electas en 2021 nos han llevado deliberadamente a una serie de degradaciones, explosiones e implosiones de nuestro sistema de Estado de derecho y de democracia. El Ejecutivo y el Legislativo nos han llevado hacia la pérdida de la democracia, hacia la pérdida de las instituciones y una entrada al populismo, el autoritarismo y la criminalidad.
Impensable tener un Ejecutivo con cuadros capaces de hacer políticas públicas en beneficio de los peruanos. Impensable tener un Congreso en las manos de un embajador de la minería ilegal o de economías criminales, y al hermano de un prófugo de la justicia. A ese punto del abismo seguimos cayendo como democracia. Por eso, creo que nadie espera nada del mensaje a la nación. Será probablemente un discurso largo con una lista de actividades, de promesas y probablemente ‘millones’ sea una vez más la palabra más utilizada.
No esperamos que pida disculpas y asuma responsabilidad política de las muertes, desgracias y retrocesos. Lo que sí espero es que seamos los ciudadanos los que demos nosotros un mensaje a las autoridades de denunciar con contundencia cada acto (…). Hoy nuestro enemigo no es una persona, no es un político, no es otro peruano; es un grupo de mafias y de intereses particulares que se están apropiando de la política. Hoy es tiempo de la sociedad civil y es la sociedad civil la que tiene que dar un mensaje para respaldar los valores de nuestra nación.
“LA PRESIDENTA Y EL CONGRESO ANDAN POR IGUAL DE DESPRESTIGIADOS"
César Luna Victoria. Abogado - Director de empresas.
Los discursos del presidente por Fiestas Patrias deberían ser un mensaje a la nación con diagnóstico de nuestra situación política y económica, y propuestas de reformas. Así lo manda la Constitución. Sin embargo, se ha convertido en una exposición aburrida e inútil de las obras públicas. No veo ningún indicio de que este año sea distinto. No obstante, asumamos que ocurra lo imposible, que la presidenta hace un diagnóstico y propone reformas; servirá de poco, porque tanto la que habla, la presidenta, como quien escucha, el Congreso, andan por igual de desprestigiados.
Mientras tanto, otra crisis nos amenaza: la economía criminal; esa economía también da trabajo y asistencia social, y con eso, explotando la pobreza de la gente, empieza a ganar legitimidad, esa misma legitimidad que hoy no tienen ni el Ejecutivo ni el Congreso. Ruptura social y avance de la economía criminal son los verdaderos problemas que enfrentamos.
El futuro inmediato nos agarra, además, con otra factura política: 50 franquicias postulando a candidatos al Poder Ejecutivo y al Parlamento. La magnitud de estas crisis no se resuelve con mensajes a la nación.
Se requiere que las élites asuman la responsabilidad de tender puentes, de concretar alianzas. Queda poco tiempo para eso; solo así las elecciones de 2026 podrán ser un buen comienzo y las Fiestas Patrias volverán a ser felices. Eso es lo que quiero para todos.
“LA EDUCACIÓN SE ALZA COMO PRIORIDAD INELUDIBLE Y URGENTE"
Marilú Martens. Directora de Care Perú y exministra de Educación.
Me dirijo a la señora presidenta Dina Boluarte como una de los millones de ciudadanas profundamente preocupadas e indignadas, que sienten que el Perú está a la deriva. Hemos atravesado un periodo extremadamente desafiante marcado por las secuelas del COVID-19, la inestabilidad política y una crisis institucional de los poderes del Estado que dejan cicatrices profundas en nuestro sistema de gobierno.
En medio de esta tormenta, la educación nacional se alza como una prioridad ineludible y urgente. Los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística e Informática revelan una realidad alarmante: tres de cada diez peruanos viven en pobreza, y otros tres están en alto riesgo de caer en ella, esta emergencia exige una respuesta rápida y efectiva para poder abordar nuestras deficiencias estructurales.
En su discurso del 28 de julio de 2023 usted se comprometió a defender la meritocracia en la carrera docente. Este compromiso debe traducirse en una estrategia nacional sólida que priorice a los estudiantes y asegure que la educación sea un pilar fundamental para nuestro desarrollo.
La educación es clave para el progreso y la estabilidad del Perú. Le exhorto a ponerla en el centro de su agenda de gobierno. La educación no puede ser relegada a un segundo plano; necesitamos un liderazgo firme y honesto que impulse reformas estructurales; al hacer de la educación una prioridad nacional, estaremos invirtiendo en el futuro de nuestro país.
"DEBERÍA RESPONDER A LAS DENUNCIAS, HACER CAMBIOS, PERO ES FICCIÓN"
Gabriel Ortiz de Zeballos. Economista.
¿Qué podemos esperar del discurso de 28 de julio? Creo que hay una diferencia muy grande entre lo que quisiéramos que ocurriera o sería deseable, y lo que es probable. El Gobierno ha tenido al frente distintas acusaciones, una actitud de no responder y de criticar a la prensa. No creo que sea probable que veamos un cambio (...). Lo que deberíamos esperar probablemente es más de lo mismo, con algunos anuncios, y si se quiere tener un elemento de credibilidad, responder a las denuncias que hay, hacer los cambios que eso implique, pero eso es casi una ficción.
Recuperar la confianza en una situación de desaprobación muy alta, de paros, de protestas, en fin, de una situación que hacia adelante no pinta bien, creo que es muy, muy difícil porque obligaría a tener un cambio tan radical en el gobierno que no hay manera de esperarlo, precisamente por todas las señales que hemos visto durante este tiempo; no veo cómo eso sería factible. Creo que estamos atrapados por el momento en una situación donde tenemos muchísima gente harta de la política y ya sin ningún interés. Hay que ver qué cosa ocurre en los siguientes meses y de aquí a las elecciones, pero digamos, hay un hartazgo y tiene que ser canalizado, y lamentablemente la alternativa que lo está canalizando es el sector más antisistema, pues tenemos una especie de repetición de la maldición de los dos cucos —así le llamo yo— que tuvimos en las elecciones pasadas, donde llegan a la segunda vuelta dos candidatos básicamente generadores de antivoto.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.