PUBLICIDAD
Marco Sifuentes: “No hay que votar blanco ni viciado y vota por partidos más que por caras”
Hace poco más de un año empezó la pandemia y hace poco más de un año comenzó La Encerrona, el podcast de Marco Sifuentes. Lo entrevistamos.
Imagen
Fecha Actualización
Marco Sifuentes quiso ser astronauta. “Cuando me di cuenta de que era peruano, dije: ‘Ok, no me van a seleccionar para ser astronauta’”, recuerda y ríe. Para los niños de los años 80 ser astronauta no era tan descabellado. Lo veían en series como Cosmos, hasta que el transbordador espacial Challenger explotó en pleno ascenso hacia el espacio. Al frente del televisor estaba el niño de 8 años que quería ser astronauta. De adulto, cuando ha viajado al extranjero, no ha hecho lo que el común de las personas hace: visitar tumbas de peruanos ilustres. La única tumba que Marco Sifuentes ha visitado en su vida es la de los astronautas del Challenger.
Marco Sifuentes fue periodista. Su carrera empezó cuando comenzó el siglo, casi a la vez que acudía por primera vez a votar en una elección presidencial. Su voto fue contra Alberto Fujimori, en la primera vuelta del año 2000. “Me di ese gusto”, agrega con una voz que saborea el recuerdo.
Pero Marco Sifuentes quiso dejar el periodismo. Veinte años después, escribía un libro para tratar de salir de este oficio, y no pudo. Dice que el periodismo es una cepa agresiva. En febrero de 2020 escribía aquel libro y tenía un boleto aéreo Madrid-Lima para el 16 de marzo. Pero antes llegó la pandemia. Por dos semanas no pudo escribir el libro. Leía obsesivamente sobre los efectos del COVID-19. Dedicaba ocho horas de lectura para los virus y las pandemias. Se enfermó, no de COVID. Trataba de regresar al libro y no podía. Hasta que pensó que era tiempo perdido. Adelantó el proyecto de podcast que alistaba para las elecciones de 2021, lo adaptó a la nueva realidad y lo llamó La Encerrona. Tenía información que necesitaba soltar por su paz mental. Y el 16 de marzo no voló a Lima, emitió el primer programa de 280 que ha producido hasta la fecha y que los encontramos en YouTube.
Ha vuelto a Lima, solo por unos días. Nos comunicamos por Zoom y recordó que en el colegio, con tres amigos, ya había creado un periódico al que llamó La Gaceta. En un disquete cargaba un programa para diseñar periódicos. Consiguió la autorización para pegarlo en unos vidrios del patio del colegio Agustiniano San Martín de Porres, al frente del Queirolo de Pueblo Libre. Tenía cinco páginas y se publicaba una vez a la semana. Recuerda que alguna vez fue censurado por el auxiliar de disciplina que luego terminó siendo exorcista. Marco Sifuentes siempre fue periodista, pese a él.
-A poco más de un año, ¿cuál sería tu balance sobre la pandemia?
A nivel personal, ha sido una buena oportunidad, pero también se ha muerto gente muy cercana. Yo casi no tengo amigos y dos de mis amigos están contagiados, y el padre de uno de mis poquísimos amigos se acaba de morir. Por otro lado, a mi papá le han puesto la segunda dosis, lo cual me pone contento. Y, a nivel de país, ha sido una bomba nuclear. Lo comparo con Juego de tronos, donde tenías a todas estas facciones de caballeros y señores feudales peleándose entre ellos en guerras sanguinarias sin saber que la verdadera amenaza no era humana y que se los iba a comer a todos. Y eso ha pasado exactamente en el Perú. La pandemia llegó a un país que había implosionado después del caso Odebrecht, después de la vacancia de Kuc-zynski, con la mayoría de presidentes presos y un desánimo generalizado; a eso le sumas la pandemia y un gobierno inepto que fue el de Vizcarra. Y luego el Congreso. En fin. Es como un jenga, donde vas poniendo piezas una encima de la otra hasta que todo se cae.
-¿Cómo era cuando te tocó ir a votar por primera vez?
Era más fácil que ahora. Digamos que el villano estaba mucho más definido. Tenías a la mitad del país contra Fujimori. Elegías blanco o negro. Ahora es más difícil. Ahora hay literalmente 18 males mayores. Cualquier cosa que elijas no estarás contento, al menos para 9 de cada 10 peruanos. En esa época era fácil creer, ahora es difícil creer.
-¿Hoy estamos más enfrentados?
Atomizados. Hay un gran desánimo por mil cosas. No ha habido tregua para la gente.
-¿Se aprende a votar?
Sí, claro. Yo creo que la gente no tiene idea de todo lo que está detrás, como la reforma política. Cuando era niño, recuerdo mucho que había la Constitución en cómic y te explicaba algunas cosas básicas como la diferencia entre gobierno y Estado. Ese tipo de educación se ha perdido y lo que tienes es un votante que vota a ciegas.
Imagen
-La historia de las últimas décadas nos diría que el peruano no sabe votar. ¿Coincides?
No. No es un problema de demanda, sino de oferta. La gente sabe lo que quiere, pero ningún partido ofrece algo sólido. Es importante que la gente sepa cuáles son los problemas con los partidos, con la ley de partidos, con la ley electoral. Por ejemplo, vamos a tener un Congreso fragmentadísimo, pero qué pasaría si, en vez de elegir congresistas en la primera vuelta, lo hacemos en la segunda vuelta. Sería un escenario distinto. Tendrías un cálculo sobre lo que se vendrá para votar en función de eso. Es muy fácil echarle la culpa al “electarado”.
-Se sabe que mucha gente definirá su voto en la fila. ¿Qué les dirías a ellos?
Tengo dos campañas. La primera es no hay que votar blanco ni viciado, porque mientras haya más blancos y viciados, por una cuestión estadística, la valla electoral baja, entonces más partidos pueden entrar al Congreso y justamente la idea es que tengamos menos partidos para tener bloques sólidos, porque la fragmentación es todo lo que nos ha traído problemas en estos últimos años. Elijan a alguien. Y lo otro es pensemos más en los partidos que en los candidatos, porque el Perú está en una situación donde probablemente el presidente no dura; entonces, votas por un presidente, pero en realidad votas para que su primer vicepresidente asuma. O votas por un candidato al Congreso que te cae muy bien, pero al votar por él estás haciendo que su bancada entre también. Votas por una cara pero en primer lugar estás votando por ese partido. Si vas a votar por alguien porque te cae bien, fíjate quiénes van con él y si los que van con él te parecen inaceptables, busca otro partido. Mi segunda campaña es vota por partidos más que por caras.
-¿Cómo estimas que llegaremos al 28 de julio?
Espero que los candidatos no cometan el error de Keiko Fujimori de hace cinco años y acepten los resultados, y ya está. Y que los 16 candidatos que se queden fuera se vayan a sus casas y se acabó. Es lo mínimo que le pediría a Papá Noel; todo lo demás ya casi lo doy por perdido.
-Eres pesimista.
Soy pesimista e idealista. Espero lo peor, pero me gustaría que pase lo mejor. El idealismo alimenta mi pesimismo.
-¿Qué es ser peruano?
Me pongo vallejiano, es no tener oxígeno.
-¿Y todo este mensaje del peruano emprendedor, que sale adelante pese a todo, dónde lo dejas?
Es una forma bonita de verlo. Pero debajo del emprendedor lo que tienes es un Estado que no se preocupa por ti, que te ha abandonado y que te obliga a ser emprendedor.
Imagen
AUTOFICHA:
- “Soy Marco Sifuentes Quintana, tengo 41 años y nací en Lima. Estudié Periodismo en la Católica. Pero mi primera opción no fue ser periodista; consideré mil millones de otras cosas, pero al final recaí en el periodismo, como siempre (risas)”.
- “Fui practicante en la web de la PUCP. Luego tuve la suerte de que la Chichi (Cecilia Valenzuela) me jalara a una agencia que ella tenía en 2000: Imedia Perú. Y empezó mi carrera. Hicimos un montón de proyectos, el más conocido La ventana indiscreta”.
- “Después vino el Útero, blog que se transformó en proyecto periodístico. Luego La Mula. He publicado una biografía en cómic de Laura Bozzo, biografías sobre PPK y Humala, los libros La Encerrona y Casi bicentenarios. Y ahora varios proyectos online haremos mañana una transmisión electoral que se llama La Liga Electoral”.
Imagen
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
TE PUEDE INTERESAR
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD