El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, regresó de su viaje a Bruselas y afuera del aeropuerto, lo recibió un grupo de personas que mostraron su apoyo para con sus labores.
Perú21 halló que más de medio millón de soles se ha descontado a los parlamentarios desde agosto de 2022 hasta fines de 2024. Sin embargo, al solicitar por transparencia información detallada por cada congresista, se nos negó el acceso.
Y es que, desde hace tiempo, se le viene señalando por las investigaciones que pesan en su contra y por su falta de acción frente a la inseguridad ciudadana en el país, que cada día incrementa más.
Con carteles que decían "ministro Santiváñez el pueblo lo queremos" y frases como "a Santiváñez lo queremos”, lo esperaron al menos 20 personas en el frontis del Aeropuerto Jorge Chávez.
La pesada 'mochila' que carga Santiváñez
El titular del Interior, Juan José Santiváñez, consiguió una demostración pública de la que ningún otro miembro del Gabinete se puede jactar: que la presidenta Dina Boluarte lo defienda, lo apapache y lo aplauda. Pese a las graves imputaciones penales en su contra, que carga como una pesada mochila, Santiváñez es actualmente el hombre más importante para la mandataria, por encima incluso del premier Gustavo Adrianzén. Para algunos puede ser visto como el engreído de la gobernante, pero en la práctica es su hombre de batalla.
En la cabeza del ministro ha vuelto a retumbar una idea que esta vez, parece, se ejecutará a como dé lugar. Según fuentes de Perú21, ha planteado nuevamente la intervención de la Fiscalía y Boluarte ve ese propósito con buenos ojos.
Para ello, no solo es necesario presentar un proyecto de ley, sino tener de su lado a una mayoría de bancadas del Congreso que también esté deseosa de dar el mismo golpe. Por supuesto, hay parlamentarios dispuestos a comerse el pleito.
En septiembre del año pasado, cuando el fiscal de la Nación era Juan Carlos Villena, Santiváñez Antúnez planteó esa posibilidad.
“Es hora de una reforma del sistema en donde lo que se requiere, creo yo, es una intervención, en este caso de hasta una comisión especial o junta especial del Ministerio Público, para que pase por una reforma seria y se establezcan los lineamientos en la lucha contra la criminalidad. De otra manera estamos jugando el partido con alguien que nos está metiendo goles, autogoles, y así no va a funcionar”, expresó.
El drástico anuncio no fue rebatido por nadie del Ejecutivo. El silencio que se guardó fue más bien de complicidad.
Por esa época, Boluarte tenía encima las investigaciones fiscales por el caso Rolex. La jefa de Estado tuvo que reconocer a regañadientes que recibió tres relojes de la lujosa marca suiza de parte del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, porque mantuvo esos regalos en secreto.
No declarar esos obsequios de alta gama, cada uno por el valor de US$17,000, provocó que el Ministerio Público abriera una indagación por intercambio de favores con Oscorima.
En ese contexto, Juan José Santiváñez puso en marcha una estrategia para contraatacar y se trató de responsabilizar a los fiscales de liberar a los delincuentes que la Policía capturaba.
“No nos engañemos (…) cuando hay una denuncia, lo que hace la policía es comunicar al fiscal. ¿Y cuál es la respuesta del fiscal? Ya, vaya avanzando que luego yo voy para firmar o corroborar”, dijo en esa misma entrevista con TVPerú.
El plan de intervención, sin embargo, encontró una pausa porque la Junta de Fiscales Supremos eligió a Delia Espinoza como su máxima autoridad, apartando a Villena de las pesquisas.
Pero ese intervalo llegó a su fin porque Espinoza resultó ser aún más incómoda para los intereses de Palacio de Gobierno.
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