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Ex presidentes peruanos que fallecieron trágicamente
Tres ex mandatarios fueron asesinados en pleno gobierno y otros dos fallecieron por muerte natural.
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Ex presidentes peruanos que fallecieron trágicamente
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Nuestro país ha sido testigo a lo largo de su historia de la trágica muerte de varios ex jefes de Estado. El más reciente es el fallecimiento de Alan García Pérez, quien perdió la vida tras dispararse en la cabeza cuando la Policía ingresó a su casa para cumplir una orden de detención preliminar. Otros cuatro ex mandatarios fueron asesinados, tres de ellos mientras ejercían su mandato.
Los ex mandatarios Luis M. Sánchez Cerro (1933), Manuel Pardo y Lavalle (1878), José Balta (1872) y Agustín Gamarra (1841) fueron asesinados, recuerda el historiador Juan Luis Orrego en diálogo con Perú21.
"El último presidente asesinado fue Sánchez Cerro en 1933. También fue asesinado Manuel Pardo y Lavalle, pero cuando ya había dejado el cargo y en el ejercicio de la presidencia fallecieron José Balta y Agustín Gamarra; este último murió en batalla", comenta.
Orrego es profesor de la Pontificia Universidad Católica de la Perú (Pucp) y escribió sobre el asesinato de Sánchez Cerro, Pardo y Lavalle, y Balta para una publicación de la universidad.
El magnicidio de Sanchéz Cerro lo relata así: "El domingo 30 de abril de 1933, Sánchez Cerro pasaba revista a las tropas en el hipódromo de Santa Beatriz, en lo que hoy es el Campo de Marte. Viajaba en un vehículo descubierto, a pesar de que había sobrevivido milagrosamente a un atentado anterior. Era casi la 1 de la tarde, cuando un joven, de filación aprista, Abelardo Mendoza Leiva, corrió hacia el vehículo y empezó a disparar . Entonces, estalló el tiroteo. Mendoza Leiva fue capturado y le dispararon a la frente. A Sánchez Cerro lo llevaron a toda velocidad al Hospital Italiano. Expiró a la 1 y 10 minutos de la tarde".
En el caso del asesinato de Manuel Pardo y Lavalle, quien fundó el Partido Civil y gobernó el país de 1872 a 1876, Orrego señala que fue el primer mandatario que no provenía de un régimen militar. Su muerte ocurrió en 1878, tras culminar su mandato.
"Todo ocurrió entre las 2 y 3 de la tarde del fatídico sábado 16 de septiembre de 1878. A las 2 p.m., Pardo llega en coche a la puerta del Congreso. Llegaba de la imprenta del diario El Comercio, donde había revisado las pruebas de un discurso que iba a ser publicado. Pardo ingresa al primer patio del Congreso cuando el sargento Melchor Montoya le dispara. La bala roza la mano izquierda del señor Rivas, penetra en el pulmón izquierdo de Pardo y sale a la altura de la clavícula. Pardo cae al suelo. Melchor Montoya huye hacia la Plaza de la Inquisición, pero es apresado por el sargento Juan Vellods. En unos instantes, llegan más de 12 médicos, pero la herida es mortal; la hemorragia es casi generalizada. A las 3 de la tarde, exhaló su último aliento", escribe Orrego.
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El coronel José Balta asumió el gobierno tras elecciones en 1868, en medio de una crisis por la caída del precio del guano. Posteriormente, la victoria del Partido Civil en los comicios de 1872 provocaron la sublevación de un sector militar dirigido por los hermanos Tomás, Silvestre, Marcelino y Marceliano Gutiérrez que desencadenó el asesinato de Balta.
"El 22 de julio de 1872, los hermanos Gutiérrez, quienes sublevaron a parte del ejército, asaltaron el poder, apresaron al presidente (José Balta) y Tomás Gutiérrez, el mayor de los hermanos, asumió el mando. Lo más probable es que la desesperación de Tomás Gutiérrez de no encontrar apoyo a su golpe de estado y la ira cuando se enteró que su hermano Silvestre, cayó acribillado de balas a manos de una muchedumbre enardecida, lo empujó a asesinar a Balta: era el viernes 26 de julio", precisa Orrego.
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Un caso especial fue la muerte de Agustín Gamarra en 1841. En ese año Gamarra le declaró la guerra a Bolivia y murió en la batalla de Ingavi.
Suicidio y fusil
Nuestro país también tuvo el antecedente un ex jefe de Estado que decidió quitarse la vida. Ocurrió a inicios de la década de 1930 cuando Gustavo Jiménez tomó el mando de la Junta Transitoria, tras la renuncia al poder de Sánchez Cerro.
"Hay un antecedente de un ex presidente que en realidad fue encargado de la Junta Transitoria en 1930: Gustavo Jiménez. Jiménez luego de haber ocupado ese cargo se suicidó. Según la autopsia, se pegó un tiro con un revolver en plena crisis que hubo en los años 30", sostiene Orrego.
También existe el caso de Felipe Santiago Salaverry, quien en 1835 se autonombró Jefe Supremo de la República. Bajo esa denominación se enfrentó a José Luis Orbegoso, quien se unió a la tropas bolivianas dirigidas por Andrés de Santa Cruz para hacerle frente.
El 7 de febrero de 1836, ambos bandos se enfrentan en la batalla de Socabaya, donde Salaverry cayó derrotado. Las tropas de Santa Cruz lo arrestaron y fue condenado a muerte. El 18 de febrero de ese año fue fusilado en la Plaza de Armas de Arequipa junto a sus principales oficiales.
A esta lista, la mañana del miércoles se sumó Alan García, quien se disparó en la cabeza antes de ser detenido.
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