El asilo de la ex primera dama Nadine Heredia en Brasil ha provocado que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva se atasque en un hoyo que parecía haber esquivado. Por ayudar a su amiga condenada a 15 años de cárcel por recibir aportes ilegales de Odebrecht, Lula ha despertado su pasado en el caso Lava Jato y la figura de su principal inquisidor: el hoy senador Sergio Moro.
El ministro de Relaciones Exteriores brasilero deberá sustentar las razones de la protección diplomática que le otorgó el gobierno de Lula da Silva a Heredia, condenada a 15 años de prisión por delito de lavado de activos
Antes, como juez, Moro condenó al mandatario a cárcel por la misma trama de corrupción. Ahora, al notar la protección política a la esposa del expresidente Ollanta Humala, el parlamentario se erigió como un infranqueable fiscalizador. A pedido de él, por ejemplo, el canciller Mauro Vieira deberá responder ante el Congreso por el refugio otorgado. En esta entrevista con Perú21, el exmagistrado de 52 años opina sobre lo que a todas luces fue una operación para fomentar la impunidad.
¿Qué impacto ha tenido en Brasil el asilo otorgado a Nadine Heredia?
Ha causado gran indignación en la sociedad brasileña, y la prensa brasileña ha sido bastante crítica. En el Congreso nacional entendemos que es necesario solicitar esclarecimientos por parte del gobierno de Lula, especialmente del canciller Mauro Vieira, porque el asilo se concede en América Latina, por ser una tradición, para casos que normalmente involucran delitos de opinión o situaciones claras de persecución política y no para crímenes comunes, sobre todo como es el caso de una condena por un delito muy grave, como es la corrupción. Por eso, aquí en el Senado Federal, en la Comisión de Relaciones Exteriores, estamos tomando medidas para citar al canciller y que este dé algunas aclaraciones.
¿El canciller Vieira o el gobierno de Lula da Silva ha adelantado alguna explicación de por qué concedió el refugio?
El canciller ha declarado a la prensa y asumió la responsabilidad al afirmar que él hizo esto independientemente al presidente Lula da Silva, pero es muy difícil creer que no haya habido un involucramiento del propio mandatario, ya que no tendría mucho sentido conceder el asilo sino como un movimiento político de su parte. Lo que nos causó especial indignación a los brasileños fue el hecho de que no solo se concedió el asilo, sino que se envió un avión de la Fuerza Aérea de Brasil para recoger a Nadine Heredia con todos los honores de un jefe de Estado, que además fue condenada por corrupción por la justicia de otro país. No hay razón para pensar que la sentencia contra Heredia no fuese justa y que fue dictada según el debido proceso legal. No hay justificación para buscar a alguien que fue sentenciado a 15 años de prisión por corrupción y también por un soborno que habría sido pagado por una empresa brasileña (Odebrecht). El Gobierno tendrá que explicar a través del canciller, que fue la persona específicamente involucrada, aunque creemos que él estaba actuando por órdenes del presidente Lula.
En Perú sorprendió la rapidez con la que Nadine Heredia pidió el asilo y luego fue trasladada a Brasil, ¿En su país creen que hubo una coordinación previa? ¿Qué información tiene al respecto?
La velocidad con que se desarrollaron los hechos fue una sorpresa para todos nosotros, pues en la misma fecha que se emitió la sentencia en Perú, ella se trasladó a la embajada de Brasil, se concedió el asilo y se otorgó el salvoconducto el mismo día, siendo posteriormente trasladada aquí a Brasil. Es muy difícil creer que no hubo algún tipo de coordinación previa, pero la citación del canciller para hablar ante la Comisión de Relaciones Exteriores es exactamente la oportunidad que vamos a tener para hacerle estas preguntas específicas, no puedo sacar una conclusión apresurada, pero por la velocidad de los hechos se sugiere que hubo una coordinación previa.
¿Qué puede pasar con el canciller Vieira si sus explicaciones no convencen?
En principio él tiene una responsabilidad política y los hechos tienen que ser aclarados por el gobierno de Lula y deben ser tratados con absoluta transparencia. Brasil tiene una historia de corrupción y una tradición de impunidad. No necesitamos importar políticos corruptos de otro país. Y además de eso, miramos con admiración el trabajo que hace el Perú, ha buscado el castigo a las personas que han estado involucradas en este tipo de delitos por lo que es algo para elogiar de la justicia. Brasil no tiene derecho a interferir ni a involucrarse en ese tipo de asuntos, dependiendo de cómo se desarrollen los hechos.
¿Se puede revertir el asilo otorgado a Nadine Heredia?
Sí, el asilo puede ser revocado. Podría incluso cambiarse durante el gobierno de Lula, pero la esperanza es que eso ocurra en 2026, tras las elecciones generales, porque dentro de los parámetros de la legislación y los tratados brasileños, y lo que la sociedad brasileña cree, este asilo no es aceptable. Hay un caso similar de asilo que Lula concedió (en 2009), guardando las diferencias, a un individuo llamado Cesare Battisti que fue prófugo de la justicia italiana, y que estuvo involucrado en asesinatos políticos, y dijo ser víctima de un proceso injusto. Por supuesto, los asesinatos son más graves que la corrupción, pero aun así, en esa ocasión se concedió ese refugio, que acabó siendo revocado por los gobiernos posteriores de Brasil, y ese individuo que dijo ser inocente, al ser extraditado, confesó los crímenes. Quién sabe, quizá hasta el propio gobierno de Lula pueda reconocer el error y que él mismo lo revoque (el asilo de Nadine). Aunque ahora eso parece lo más improbable.
¿Todo queda en manos, entonces, de un gobierno diferente al de Lula da Silva?
Sí, creo que en un gobierno posterior (puede revocar el asilo) debido al repudio de la sociedad brasileña y porque este no está en conformidad con la ley brasileña y los tratados de los que Brasil también forma parte. El asilo debe ser concedido a alguien que, por ejemplo, es refugiado de un régimen dictatorial. Pongamos aquí casos de políticos venezolanos perseguidos por la dictadura de Maduro (…) Lo que también nos sorprende es el hecho de que, el origen de estos crímenes habrían sido perpetrados por una empresa brasileña, Odebrecht, que también sobornó a diversos agentes políticos aquí en Brasil. Entonces, desde cualquier perspectiva, incluso por esa cuestión específica relacionada con Brasil, no hay justificación para este asilo.
¿Ustedes buscarán las explicaciones del mismo presidente Lula da Silva?
Por la legislación brasileña, podemos convocar en el Congreso para prestar aclaraciones al canciller o a los ministros del gobierno de Lula, pero no al presidente directamente. No tenemos en este momento esa posibilidad, pero él tendrá que dar explicaciones a la opinión pública. Hasta el momento, no he visto declaraciones suyas al respecto, pero este es un tema que ciertamente debe crecer ante la opinión pública brasileña.
¿Cuál es la situación de las investigaciones por el caso Lava Jato en Brasil?
Desafortunadamente, Brasil tiene una tradición de impunidad de la gran corrupción y esa tradición fue quebrada durante la Operación Lava Jato. Pero durante este gobierno, por el clima hostil frente al combate y la prevención de la corrupción, hemos visto diversas condenas siendo anuladas, pero normalmente por cuestiones meramente formales o formalismos, a mi ver, injustificados. En el fondo, tenemos un giro político y necesitamos recuperar esa agenda anticorrupción, sobre todo porque ninguna de esas anulaciones tiene como base una afirmación de que los condenados son inocentes o de que los crímenes no ocurrieron. Los crímenes son innegables, incluso porque el dinero robado fue devuelto a las arcas públicas brasileñas por los condenados. Incluso, fue devuelto dinero a Petrobras, que es la estatal brasileña en el área de petróleo y gas.
En el caso de Lula, él fue condenado y luego el tribunal supremo anuló sus condenas...
Sí, las condenas contra el presidente Lula fueron anuladas por motivos también formales, sentencias que habían sido dictadas por mí, pero confirmadas en juicio de apelación y confirmadas hasta por tribunales de Brasilia. Años después, infelizmente, fueron anuladas por motivos formales y como Lula ya es una persona de cierta edad (79 años), por la legislación brasileña, no se permite que él sea procesado nuevamente.
¿Cómo cree que queda la relación entre Brasil y Perú con el asilo de Nadine Heredia, considerando que anteriormente había cooperación en el caso Lava Jato y un importante intercambio de información que fue vital para conseguir condenas contra presidentes peruanos?
Brasil y Perú son naciones amigas, con excelentes relaciones diplomáticas y económicas. Y aquí tenemos que hacer una diferenciación entre Brasil y el gobierno actual brasileño, que cometió un grave error diplomático en este caso específico. Y Perú tiene toda la razón de reclamar por el otorgamiento de este asilo. Pero las relaciones entre los dos países trascienden este hecho y permanecerán, y quién sabe, en el futuro, podamos remediar la concesión de este asilo, revocándolo y entregando a Nadine Heredia de vuelta a la justicia peruana cuando termine este gobierno de Lula. Las relaciones entre los dos países no pueden verse afectadas por cuenta de este hecho, al menos esas relaciones más permanentes y más profundas, aunque entiendo que Brasil, en este punto, tiene que pedir disculpas a Perú.
Tenga en cuenta
-En 2018, el entonces juez Sergio Moro condenó a 12 años de prisión a Lula da Silva por recibir prebendas de la empresa OAS. En 2021, no obstante, la sentencia fue anulada por un tribunal supremo.
-En Perú, el PJ concluyó que los aportes a las campañas humalistas fueron entregadas por Odebrecht pero ordenadas por Lula.
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