Puno busca reactivarse, pero paros y bloqueos no cesan después de un mes

La tarde del viernes, Juliaca, capital del departamento, fue testigo de las demandas, entre gritos y lágrimas, de un significativo grupo de comerciantes. A ellos se sumó otro grupo de padres de familia que no están dispuestos a permitir que el inicio del año escolar se postergue en Puno a consecuencia de la violencia política. De hecho, el riesgo es inminente pues el material educativo no ha podido ser trasladado hacia algunos puntos.

Sin embargo, la tolerancia es algo que también se ha perdido en Puno. Las decenas de personas fueron reprimidas por extremistas de izquierda radical –aquella que es capaz de cerrar toda una ciudad con tal de continuar con su agenda política antidemocrática– que tiraron agua y otros objetos a los comerciantes y padres de familia.

Al norte de la región también hay zozobra. Más de 4,500 trabajadores están preocupados por sus empleos, pues la unidad minera donde laboran ni siquiera puede producir. Desde el 13 de enero, los motores de San Rafael están apagados y la producción nacional de estaño ha caído considerablemente.

Mientras tanto, el gobierno central pasa sus días en modo de supervivencia y ni siquiera ha sido capaz de impulsar activamente un adelanto de elecciones que le ponga fin a la escalada social azuzada por los radicales que aprovechan el descontento hacia la actual clase política para desatar caos y hundir más a la región.

Luego de 50 días en Juliaca, un importante número de ciudadanos marchó a inmediaciones de la plaza Bolognesi. La convocatoria se hizo vía redes sociales y de inmediato captó adeptos. La movilización se llamó “por la reactivación y la paz”.

Los pobladores que marcharon arengaban, en todo momento, estar a favor de la paz y en contra de todo acto de violencia, rechazando la huelga indefinida que asumió un sector de la población.

También señalaron que participaban de esa movilización pacífica, porque no están de acuerdo con el cierre de las vías de comunicación, los ataques a instituciones públicas y privadas y que se esté obligando a la ciudadanía a no acudir a trabajar. El mensaje era para ese pequeño grupo de extremistas que tiene secuestradas a varias ciudades de Puno desde hace varias semanas.

“Queremos trabajar, vivimos del día a día. Nosotros hemos apoyado las protestas desde un inicio, pero ya pasaron semanas y necesitamos trabajar”, dijeron los ciudadanos presentes.

Además, remarcaron que las protestas violentas deben cesar a fin de que de una vez por todas se reinicie la reactivación económica conforme ha sucedido en otras regiones del país. “Juliaca y Puno están paralizadas, así como sus actividades comerciales”, indicaron.

Sin embargo, la marcha que empezó de forma pacífica pudo convertirse en un enfrentamiento luego de que otro grupo de personas les increpara su proceder e incluso les lanzara agua color amarilla y roja; afortunadamente, los conatos no pasaron a mayores.

Por su parte, los que cuestionaron la marcha desarrollada en todo momento arengaron que “Juliaca continuará en pie de lucha y no darán un paso atrás”.

El analista político social Iván Arenas comentó que “los puneños están cansados. Todos están cansados, salvo una minoría de la minoría que está dispuesta a continuar hasta el infinito, no importa si con ello se perjudica la economía”.

Arenas agregó que “en Puno hay una buena mayoría en contra del vandalismo y quiere la paz y la reactivación; eso no significa que estén a favor de Dina Boluarte. La gente quiere trabajar”.

El jefe de la Oficina Regional de Comercio Exterior y Turismo de Puno, Juan Supo Mamani, indicó que desde que se iniciaron las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, los comerciantes perdieron 100 millones de soles.

El funcionario indicó que los rubros más perjudicados son el comercio, artesanías, industria, transporte urbano e interurbano, servicios, hotelería y restaurantes.

Estas marchas a favor de la reactivación económica en Puno continuarán. Sin embargo, ¿es suficiente solo con la movilización de los ciudadanos que quieren a su región para reactivarla? Ante el desinterés del gobierno central, hay iniciativas locales entre organismos vinculados al sector turismo de la provincia de Puno que han puesto en marcha diversas acciones para reactivar el turismo comunitario, que se vio afectado por la violencia política.

Entre las primeras acciones aprobadas está la elaboración de un plan estratégico que estará orientado a la difusión y promoción de emprendimientos de turismo comunitario, bajo la denominación Destino Turístico Puno, Lago Titicaca.

“Los invito a que podamos trabajar de manera coordinada y concertada para el lanzamiento del plan denominado Destino Turístico Puno, Lago Titicaca”, indicó Briseida Pauro, de la Subgerencia de Turismo y Comercio Exterior de la Municipalidad Provincial de Puno.

Si bien esta acción aún parece insuficiente, es el primer paso desde el sector público para reanimar una actividad tan importante como el turismo. Y es que la región no puede seguir abandonada a merced de los violentos manifestantes o las tardías propuestas del gobierno de Dina Boluarte.