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[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “Revueltas en Francia: Un serio problema de identidad”
“Existe un problema serio de poca asimilación y de mucha alienación, una dinámica perversa que se retroalimenta”.
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Esta violencia callejera que protagoniza recurrentemente la comunidad musulmana de origen árabe (también la negra africana, pero en cierta menor medida) en Francia no suele ocurrir tanto en otros países europeos, salvo Bélgica. Existe un problema serio de poca asimilación y de mucha alienación, una dinámica perversa que se retroalimenta. Muchos de estos formalmente ciudadanos franceses no se sienten franceses o no les interesa ser franceses (y viven como si estuvieran aún en sus países de origen) o se perciben rechazados ya irremediablemente por franceses racistas blancos (que les llaman despectivamente “racailles” o chusma o “beurs”, término peyorativo galo para referirse a los árabes).
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Muchísimo aún pesa el pasado colonial francés en el norte africano: la larga y bestial guerra de independencia de Argelia dejó muchos odios. Ambos bandos, independentistas y franceses, cometieron atrocidades horrendas. Y eso dejó muchos odios entre franceses metropolitanos, argelinos, “pied noirs” (o “pies negros”, colonos franceses y europeos que vivían en Argelia desde 1830, año de la ocupación francesa. Eran un millón o el 10%) y “harkis” (como se llama a los miles de argelinos que fueron pro-franceses). Los “pied noirs” salieron prácticamente con la ropa puesta (“la valija o la vida”) y fueron mal acogidos en Francia.
En cuanto a los “harkis”, muchos fueron masacrados en Argelia frente a una Francia que les fue indiferente o que también maltrató a aquellos que pudieron huir a la metrópoli. Asimismo, es una parte crucial del problema que el renacer del integrismo islámico o la mayor observancia de una religión tan “absolutista” y con actitudes arcaicas dificulta mucho la integración en un país tan laico como Francia.
Súmesele desempleo, falta de oportunidades, crimen y un crecimiento poblacional explosivo de esta minoría (y no me sorprendería que la inteligencia rusa aliente ahora estas algaradas vía las redes). La única que gana, y mucho, con todo esto es Marine Le Pen.
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