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Sunedu recibe pullas del Congreso tras 6 años de reforma universitaria
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Después de seis años de haberse promulgado la Ley Universitaria, hay 94 universidades que recibieron el licenciamiento y 46 que no lo lograron, lo que significa que estas últimas tendrán que cerrar progresivamente sus aulas por no cumplir con los estándares de calidad educativos exigidos. Como respuesta, en los últimos años han existido diversos intentos para debilitar a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), que es la entidad encargada de los procesos de licenciamiento.
Lo que genera más dudas del actuar parlamentario es que hay legisladores de la Comisión de Educación que tienen vínculos con universidades no licenciadas, lo cual hace menos transparentes las pesquisas. Y, además, este grupo recién ha contratado como asesora a Yane Millones, quien está relacionada al partido de José Luna, dueño de Telesup.
ZARPAZO PARLAMENTARIO
La arremetida más reciente la ha lanzado la Comisión de Educación, que el 8 de julio aprobó el plan de trabajo para investigar a la Sunedu durante 120 días por las licencias que otorgó a la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y a la Universidad Privada Peruano Alemana (UPAL).
El presidente de la comisión, Luis Dioses, dijo que habrá una etapa de indagaciones, acopio de información y procesamiento de la misma. “Si para ello es necesario convocar al señor superintendente (Oswaldo Zegarra), se hará, pero también se tendrá que citar a los funcionarios que intervinieron en el licenciamiento de la UTP y la UPAL”, precisó a Perú21.
El congresista Dioses aseguró que la investigación respetará el debido proceso y la imparcialidad. “Hemos exhortado a los congresistas para que se acate el Código de Ética parlamentario y no adelanten opinión”, comentó.
Sin embargo, las relaciones de los funcionarios que trabajan en la Comisión de Educación generan suspicacias.
LA SÚPER ASESORA
Por lo menos desde mayo de este año, la comisión en cuestión contrató como asesora 1 a la abogada Yane Millones Caro, a quien pagan un sueldo de S/6,332 mensuales. Ella es esposa del exalcalde de Breña Ángel Wu Huapaya, quien ganó las elecciones de 2014 con el partido Solidaridad Nacional. José Luna Gálvez fue el principal financista del partido de Wu y, además, es dueño de la universidad Telesup, que no logró ser licenciada por la Sunedu. ¿Existe un conflicto de intereses?
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Preguntado por la contratación de Millones, el presidente de la Comisión de Educación reconoció que fue él quien pidió que la contrataran, pero dice –increíblemente– que hasta ahora no la conoce. El contacto fue por recomendación de los miembros de su partido, Somos Perú.
“Es una decisión personal, no tengo por qué asumir responsabilidades de otras personas. En el contexto de la bancada (sic) del partido (Somos Perú) es que se van conociendo a los profesionales que trabajan ahora en la comisión”, precisó Luis Dioses.
Y es que Millones postuló a la alcaldía de Breña en 2018 con el partido del corazón para intentar tomar la posta de su pareja, aunque no tuvo éxito.
Otro detalle sobre la asesora es que cursó sus estudios de bachillerato y licenciatura en Derecho en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, institución que tampoco fue licenciada por la Sunedu.
Hace unas semanas, la Comisión de Educación invitó a Luis Cervantes Liñán a la sesión parlamentaria en calidad de rector de la Universidad Inca Garcilaso, a pesar de que él no está reconocido por la Sunedu como una autoridad universitaria.
Días después, los congresistas se rectificaron y cancelaron la participación de Cervantes.
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Dioses negó que la asesora hubiera tenido alguna injerencia en dicha convocatoria y afirmó que cumple totalmente con sus funciones.
“Si en el actuar de la asesora Millones hubiera algún indicio o evidencia que demuestre un conflicto de intereses, tenga la plena seguridad de que yo no tendría ningún inconveniente de retirarla del cargo. Sin embargo, no considero que sea el caso”, indicó el parlamentario a Perú21.
CUESTIONABLES VÍNCULOS
Desde mayo, este diario advirtió que varios miembros de la Comisión de Educación tenían vínculos con universidades sin licenciamiento.
El congresista Rubén Ramos (UPP) consignó que es docente de la Universidad Andina Néstor Cáceres (Puno), una institución privada cuya licencia también fue denegada.
María Gallardo (Podemos Perú) cuestionó que la Sunedu haya denegado, en julio del año pasado, el licenciamiento a la Universidad Particular de Chiclayo (UDCH). Lo que no mencionó Gallardo es que ella se tituló como abogada en esa institución.
Hans Troyes (Acción Popular) es licenciado por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, a la que aún no se le otorga la licencia. Julio Condori (Alianza para el Progreso) y Gilbert Alonzo (Fuerza Popular) son bachilleres por la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica y esta tampoco cuenta con licencia.
Napoleón Puño (Alianza para el Progreso) ejerció un cargo directivo en la Asamblea Nacional de Rectores en la gestión de Orlando Velásquez, quien fue miembro del desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura.
En buena cuenta, la Sunedu, como ha venido advirtiendo, tiene fundamentos para preocuparse por la imparcialidad del grupo que la investiga.
Hablan los estudiantes
Joshua Dávila
El cambio ha sido positivo en la medida que ha contribuido a que nuestra universidad pueda seguir mejorando su calidad y exigencia. Ha sido una oportunidad para potenciar las mallas curriculares y la investigación. Me pongo en los zapatos de los compañeros que han estudiado en lugares no licenciados y pienso que es responsabilidad de sus universidades que no estuvieron a la altura.
Ana Lucía Sandoval
Estudié hasta noviembre del año pasado, llevaba tres ciclos en al instituto de Telesup, pero como no la licenciaron nos tuvimos que retirar con un buen grupo de compañeros. No me advirtieron que podían negarle la licencia, pero yo sí sabía que era un riesgo porque era una universidad muy barata a comparación del resto. Tuve que asumir ese riesgo porque no podía pagar otra cosa.
Nair Arévalo
La reforma me parece un cambio positivo, lamentablemente hay chicos que se han perjudicado, pero no podemos culpar a la Sunedu, sino a las universidades que no brindaron un servicio educativo de calidad. Yo, gracias a Dios, he podido estudiar en una universidad licenciada y los cursos son muy buenos. Desde antes de la pandemia ya había un mix entre clases presenciales y virtuales.
FRANZ FOSSA
Muchos de mis compañeros se han quejado. Nos preguntamos si toda nuestra inversión de tiempo y dinero se ha ido al agua. A nadie le ha gustado esa decisión. Varios amigos se han cambiado de universidad, a pesar de que la Sunedu ha dado dos años de prórroga. Y es porque nadie quiere tener problemas después porque nuestro cartón tendrá la firma de una universidad sin licencia. Ya veremos.
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