Es considerado el mejor y más fino algodón; por eso, no sorprende el salto enorme que el pima peruano ha dado en los últimos años. Por su suavidad, durabilidad y resistencia, ha sido recibido con las puertas abiertas en el mercado internacional, lo que ha acrecentado su demanda en la industria textil. Es el preferido por aquellos que buscan prendas duraderas y respetuosas con el medioambiente. Y aunque el Perú no es el único productor, sí es el principal exportador en países como Estados Unidos y China, y en el continente europeo
"La introducción al Perú del algodón Pima, ocurrió en 1922, de la mano de Emilio Hilbck Seminario, quien trajo semillas de esta variedad que se plantaron en Piura".
Del campo a la alta costura
El cultivo del algodón nativo en Perú tiene una historia que se remonta a la civilización preincaica, específicamente a la cultura nasca, es decir, hace más de 2,000 años. La variedad pima, sin embargo, es oriunda de Arizona, Estados Unidos.
La introducción al Perú del Gossypium barbadense, su nombre científico, ocurrió en 1922, de la mano de Emilio Hilbck Seminario, quien trajo semillas de esta variedad y se plantaron en Piura. La rápida aclimatación produjo grandes cosechas y su cultivo fue extendiéndose hacia los valles costeros del norte.
Con el paso del tiempo, los agricultores peruanos han perfeccionado sus técnicas de cultivo y así han asegurado la producción de fibras de alta calidad que son utilizadas por reconocidas marcas de moda internacional. Algunas de ellas son nada menos que Lacoste, Hugo Boss y Ralph Lauren. Y ni hablar de la alta costura en las pasarelas. Cientos de diseñadores de todo el globo han convertido el algodón pima peruano en la estrella de sus colecciones y en parte importante de la fuerte tendencia de la moda sostenible.
Calidad única
El proceso de producción del algodón pima se da principalmente en Piura y Lambayeque e implica varias etapas, desde la siembra de las semillas hasta la recolección y el procesamiento de las fibras. El primer paso es asegurarse de que estas semillas estén libres de impurezas. Ya sembradas, las semillas requieren de cuidados especiales en riego y fertilización. Algunos meses después, el algodón pima comienza a florecer y produce cápsulas de algodón que contienen semillas y fibras.
La cosecha llega cuando las cápsulas están maduras. Este proceso se realiza de forma manual para no maltratar la fibra. Una vez recolectado, el algodón se procesa para separar las semillas de las fibras a través del desmontaje, el cardado y el peinado. Así, se obtienen fibras largas y uniformes. Culminado este tratamiento, las fibras de algodón pima ya se pueden utilizar para la producción de tejidos de alta calidad y prendas de vestir.
Comparable solo con el algodón pima egipcio, el nuestro se distingue por ciertas características inigualables que a continuación detallamos. La frescura de sus fibras permite que el aire fluya libremente. Además de ser sedoso y flexible, se le reconoce con facilidad por el brillo e intensidad del color que desprende la prenda.
Fina y larga, su fibra es la más resistente en la categoría del algodón. Por ello, la durabilidad está garantizada durante la confección y el lavado.
Es hipoalergénico, es decir, ayuda a prevenir riesgos de alergia. El sumo cuidado en la etapa de cultivo y en el proceso de la fibra descarta los restos de pesticidas y fertilizantes, y lo hace ideal para pieles sensibles.
Además, las telas hechas de algodón pima poseen una caída perfecta y cómoda, gracias a la suavidad que posee.
7 de octubre, Día Mundial del Algodón
Este es el cuarto año en que se celebra a la fibra que sustenta a 32 millones de agricultores y más de 100 millones de familias en 80 países de los cinco continentes.
En el 2022 se cumplieron 100 años de la llegada del algodón Pima al Perú. Un año antes la Organización de las Naciones Unidas reconoció oficialmente la celebración por el Día Mundial del Algodón. Pero esta iniciativa nació en 2019. Por entonces, cuatro grandes productores de África fueron quienes la impulsaron. La propuesta fue hecha ante la Organización Mundial del Comercio y se llevó a cabo durante dos años consecutivos hasta que la ONU decidió darle el visto bueno.
Desde entonces, la fecha ha sido ideal para dar a conocer los beneficios y el impacto del algodón en todas sus variedades. Hoy las conversaciones giran más en torno a la importancia de un crecimiento económico sostenido del sector, el desarrollo industrial inclusivo, así como las prácticas comerciales justas.