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Primeros auxilios psicológicos: Duelo por suicidio, emociones durante el duelo (2/3)
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Fecha Actualización
Episodio 12
El duelo por suicidio traer consigo una gran cantidad de emociones que suelen vivirse con mucha intensidad; quiero que sepas que esto es normal, que no estás perdiendo la razón, que no es algo que sólo te pase a ti, que no es un túnel sin salida que siempre se mantendrá igual, que no siempre necesitas encontrarle una explicación lógica, que las emociones se mezclarán, avanzarán y retrocederán, pero no te destruirá; finalmente, que no está mal sentir.
Ante dicha explosión emocional, es muy común que muchas personas que hemos sobrevivido al suicidio de un ser querido, instintivamente, queramos evitarlas desconectándonos de lo que pasó, de los recuerdos, de los lugares; podemos “hacer nuestra vida normal” ante el gran engaño de la evitación: ser funcionales.
Ser funcional significa, en el duelo por suicidio, que estamos haciendo una represión masiva y aguda de todo el dolor que sentimos por el temor a caernos, por el temor a quizá tener ideas suicidas también… debo decirte que todo esto es parte del proceso, pero lo que todas las investigaciones contemporáneas nos demuestran, es que la evitación es una de las rutas más cercanas a la depresión, y por ello, es importante que no la utilices de manera diaria o recurrente. Entiendo que necesitas evitar el dolor pues es muy intenso, créeme, lo sé, pero sé también que evitarlo no te sanará. Tómate tu tiempo pues no hay una ruta exacta.
En el ámbito emocional propiamente dicho, no es solo la culpa y la tristeza lo que se puede sentir. Es también absolutamente normal experimentar cólera, ansiedad, vergüenza, shock, vacío existencial, pánico, miedo, etc. Por eso, te invito a utilizar los siguientes dos auxilios psicológicos ante momentos de intensidad extrema:
1. Permítete sentir, siempre y cuando no te encuentres en riesgo suicida. Por favor, trabaja esto con tu terapeuta para que pueda guiarte en el camino de la reconstrucción emocional sobre lo sucedido, apóyate también en seres queridos y personas cercanas.
2. Cuenta tu experiencia. Hablar es sanador, y por eso es importante que, cuando estés listo/lista, puedas hablar abiertamente de lo que sucedió. Tus emociones merecen respeto y por ello tienes todo el derecho a sentir y expresar.
No te juzgues por lo que sientes, has vivido una de las experiencias más intensas y traumáticas que se pueden vivir, pero recuerda que no estás solo/a, y, sobretodo: TÚ AÚN ESTÁS AQUÍ.
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