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La Casa del Dragón: El tratamiento repugnante de ‘Viserys’ que se usa en la vida real
El segundo episodio de la primera temporada ha dejado una impactante escena sobre una repugnante práctica médica no apta para aprensivos. Sin embargo, dicha forma de realizar este método tiene sustento real.
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La Casa del Dragón ha recordado algo de suma importancia: una infección vírica, un pequeño corte o una leve lesión podían provocar la muerte en la Edad Media. A pesar de ambientarse en un mundo de fantasía, no deja de ser una serie inspirada en el medievo. El segundo episodio de la primera temporada ha dejado una impactante escena sobre una repugnante tratamiento con gusanos que se usa en la vida real.
El rey Viserys I se ha hecho una herida en el dedo con los salientes del trono de hierro y no hay manera de curarla. Ya lo han probado todo, pero no consiguen que cicatrice. Ante esto, pide ayuda a los maestres, quienes le recomiendan limpiar la herida con gusanos, los cuales se arrastran sobre los dedos para devorar carne muerta.
La escena es repugnante, pero en la Edad Media, era una técnica que se utilizaba para combatir las infecciones.
En el episodio, el rey se muestra un poco inquieto ante la idea de meter su mano en un cuenco de gusanos y dejar que estos se coman parte de ella. No obstante, el maestre le explica que las larvas de dichos insectos ayudarán a eliminar la carne muerta y así evitar la infección.
Esto se supone que limpia mejor que cualquier líquido o exfoliante y permite que la carne viva se cure sola. Las larvas de mosca, también llamadas gusanos, han sido utilizadas por el humano para el desbridamiento de heridas durante siglos.
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Descubrimiento
En la vida real se ha realizado desde la antigüedad, especialmente en entornos bélicos. De hecho, se cuenta que los soldados del Ejército de Napoleón usaban larvas para limpiar sus heridas.
Fue durante la Primera Guerra Mundial cuando comenzó a realizarse de una forma más controlada. En aquella época, un médico estadounidense, William Baer, notó que los soldados cuyas heridas se infestaban naturalmente con gusanos mostraban una menor inflamación que otros compañeros.
Era como si los gusanos, más allá de complicar la situación, la mejoraran. Comprobó que se debía a que se comían la carne muerta antes de que la putrefacción de la herida se extendiera. Por eso, comenzó a usar larvas de forma controlada.
La llegada de la penicilina en la década de los 40 dejó a un lado esta terapia. Si durante la Primera Guerra Mundial se había convertido en un tratamiento bastante habitual, en la segunda ya se encontraba en completo desuso.
En la actualidad
Del mismo modo que hace el maestre con el rey Viserys I en La Casa del Dragón, la terapia con larvas aún se usa en la actualidad, aunque de una forma mucho menos extendida. Y también más controlada.
Cabe mencionar que, es vital desinfectar a los gusanos y se colocan en la herida y esta se cubre con un apósito, que además está diseñado para que el paciente no perciba el cosquilleo de las larvas. No se trata de meter la mano en un cuenco lleno de gusanos. No es buena idea, ni siquiera si eres el rey de los Siete Reinos.
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