¿Te animas? Conoce los cambios que experimenta tu cuerpo si dejas de consumir azúcar

El consumo de azúcar está muy arraigado y a la vez muy peligroso cuando no existe un control de este en nuestra dieta, por ello es bueno saber qué es lo que ocurre si lo dejamos de lado. Ojo, no todo es color de rosa.

Junior Zagaceta Valverde

Fecha Actualización

18/10/2022 - 20:38

Los debates entorno a cómo llevar una vida saludable siempre nos lleva a un punto en específico: el azúcar dentro de nuestra dieta. Esta es una constante recomendación de muchos nutricionistas alrededor del mundo. Por ello una pregunta a esto es: ¿qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando dejamos de consumir azúcar?

Para empezar tenemos que saber que esta tarea no es sencilla, pese a ser muy recomendada. Debido a nuestro entorno, la mayoría de alimentos que consumimos y a los cuales tenemos fácil acceso tienen azúcar. Este es uno de lo factores que complican la tarea.

¿Qué provoca el exceso de azúcar en nuestro organismo?

El azúcar tiene mucha relación con las enfermedades cardiovasculares, como la arterioesclerosis, pues genera una disminución en la capacidad elástica de venas y arterias. Esto se vuelve un gran aliado para la hipertensión.

Un efecto negativo más es la resistencia a la insulina, hormona responsable del transporte de la glucosa al torrente sanguíneo. Al encontrar esta resistencia, el proceso se ve deteriorado y la insulina pierde eficiencia en su importante función para el organismo, lo que degenera en la diabetes tipo II, por ejemplo.

Siguiendo en la misma línea, el exceso de azúcares en sangre en primera instancia provoca un incremento en la producción de insulina por el páncreas, generando una hiperinsulinemia, situación que también provoca pérdida de función endotelial, según el portal de salud MEDAC.

Otros efectos que degeneran nuestra salud y que son provocados por la ingesta excesiva y sin cuidado de azúcar son la obesidad, varios tipos de diabetes, hipertensión, síndrome metabólico e incluso el cáncer. Por ello es importante tomar consciencia de la presencia de azúcar en nuestra dieta diaria.

“Los beneficios de dejar de comer azúcar son casi inmediatos: presión arterial más baja, niveles más saludables de grasa e insulina, mejores digestiones”, indica, por otro lado, el doctor Eric Pham, del Hospital St. Joseph de Orange.

Cada vez que consumes azúcar, hay un pico sin barreras de energía disponible, por lo cual el páncreas crea insulina para poder distribuir de manera adecuada esta energía a las células. Con el tiempo esto provoca que nuestro organismo cree una resistencia a la insulina.

Esto provoca que aumente el azúcar en el cuerpo y se transforme en triglicéridos y colesterol malo en las arterias. Por ello, cuando dejas de consumir azúcar, el cuerpo deberá disponer la energía para tu cuerpo de otros lugares, de una forma más sana y natural: rompiendo hidratos de carbono y grasas.

En resumen, el cerebro y los órganos necesitan de azúcar para funcionar, pero no exactamente del azúcar que consumimos, pues está perfectamente adaptado para obtener energía de fuentes de energía más sanas y con menos efectos nocivos.

Factores que dificulta dejar de consumir azúcar

Esto incluso ha puesto en debate una presunta ‘adicción’ al azúcar, pues genera una dificultad notoria para dejar de consumirla. Es por esta razón que se recomienda dejar de consumirla gradualmente.

Su presencia en snacks, refrescos y alimentos empaquetados y el efecto de placer que genera el consumirlos es también un problema a la hora de dejarlo.

El cuerpo, debido al placer que recibe de las comidas altas en azúcar, que nos brindan energía a corto plazo, siempre nos pedirá más, y provocará un efecto de estrés al dejar de consumirlo, es por eso que muchas personas tienen dificultades para dejar de consumirlo.

No es todo color rosa

Si has decidido sacar al azúcar de tu dieta, o si lo estás pensando con mucha determinación, tienes que saber que no es una tarea fácil y requiere de mucha voluntad, al menos al inicio, pues es donde una vida más saludable te pone la primera prueba de fuego.

Al empezar a dejar el azúcar de tu dieta, tendrás fuertes antojos a las primeras horas, un fuerte deseo a nivel fisiológico y cerebral. Esto debido a que el cuerpo deberá cambiar la forma de adquirir energía, pues estamos acostumbrados a recibir dosis de esta, pero de una forma inadecuada.

Por ello, los primeros síntomas de dejar el azúcar, el cuerpo se sentirá agotado, con fatiga e incluso de mal humor. La razón es que nuestro cuerpo está muy acostumbrado a obtener este tipo de energía, por lo cual se relaciona a la conocida ‘adicción al azúcar’.

No tener esa energía rápida que le damos a nuestro cuerpo genera un índice de estrés, y hasta que el cuerpo reinicie su labor de obtener energía por otros medios, como naturalmente está adaptado, tendrás estos efectos.

Según el documental del año 2015, “Un tipo deja el azúcar añadido por un mes”, de la productora LifeHunters, Sacha Harland, el neerlandés que estuvo a prueba, admitió que pasó por “cansancio, mal humor, incluso una especie de síndrome de abstinencia”.

En la primera semana a base de una dieta libre de azúcares que vinieran de alimentos procesados, Harland admitió que pasó hambre constantemente, así como sentir falta de energía.

“Lo más difícil fue pasar la primera semana y media. Tenía que buscar qué podía comer y qué no, y fue complicado”, admitió a BBC Mundo.

Por ello, una recomendación, para no sentir mucho los efectos que pueden hacernos desistir de nuestra tarea, es quitar el azúcar de manera progresiva en lugar de hacerlo abruptamente, para dejar que el cuerpo y el cerebro se adapten a su nueva vida.

No te rindas, los efectos positivos se sentirán

Luego de este inicio dificultoso, posteriormente te sentirás mucho mejor, pues obtendrás energía limpia, tal cual como nuestro organismo está preparado. La insulina trabajará de forma más efectiva además, pues obtendrás energía que podrás manejar de mejor manera.

Esto evitará que el páncreas trabaje demasiado, pues lo hará a su momento correcto de la manera correcta, evitando así el efecto de la resistencia a la insulina. Así, tu organismo estará trabajando óptimamente y lo sentirás, según describe el médico Juan Ignacio Veller.

El hígado no es el único órgano que sentirá los beneficios de esta sana decisión, un órgano igual de importante sentirá el efecto: nuestro hígado. Este logrará que se libere de los triglicéridos, haciendo que pierdas peso y el tamaño de tu abdomen sea menor.

Y es que con el consumo de azúcar, que nos daba mucha energía en poco tiempo, al momento de terminarla, teníamos hambre otra vez, provocando un ciclo nocivo que provocaba un desgaste innecesario de muchos órganos.

Dejar de consumir azúcar nos permitirá que la sensación de hambre disminuya y nos sintamos llenos con menos comidas al día, pues la forma de hallar energía será mucho mejor. Esto evitará que comamos muchas veces al día de manera incorrecta.

En un mes o más de una dieta sin azúcar, nuestro hígado, que guardaba toda la azúcar que nos sobraba, usará los triglicéridos como fuente de energía, quemándolos, haciendo que el riesgo de tener el hígado graso disminuyan.

Las arterias tendrán una liberación de estos triglicéridos y colesterol que se acumulaba en el torrente sanguíneo, disminuyendo así los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Las grasas viscerales se quemarán y tu peso disminuirá.

Los resultados son bastante óptimas que se sentirán a solos algunas semanas de dejar el azúcar o disminuirla. Solo quitando una constante en tu dieta conseguirás muchos beneficios para tus órganos, tal como admitió Sacha Harland:

“Ha sido una sorpresa agradable, ya que no pensaba que físicamente me sentiría tan diferente”, indicó.

Y es que Harland perdió cuatro kilos, que su colesterol se redujo en un 8% y que su presión sanguínea es 10 puntos menor que cuando inició el proceso.

Si se le agrega a esta decisión otra también saludable, como dejar de consumir alcohol y comenzar una rutina de ejercicios, los beneficios serán más numerosos y tu estilo de vida se beneficiará altamente, pues te liberarás del riesgo de muchas enfermedades hoy comunes. ¿Qué piensas? ¿Te animas?

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