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"Por admiración a JB, mi hermano, entré a la tele"
Empezó en el humor siendo un escolar. Desde entonces, Alfredo Benavides se ha convertido en un buen partner de figuras como su hermano JB.
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Alfredo Benavides,CómicoAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com
Es parte del elenco de El especial del humor (sábados, 9 p.m.) y secunda a Laura Huarcayo en el magacín Bienvenida la tarde (de L a V, 3 p.m.), ambos programas de Frecuencia Latina. Con ustedes, Alfredo Benavides.
JB, tu hermano, me dijo que mientras él era responsable y tranquilo, tú eras el gracioso, el palomilla de la familia.Es verdad. Jorge es un extraterrestre. Lo he estado observando para ver si, por allí, tiene escamas, un tercer ojo… aún no lo encuentro (ríe). Jorge es extraño, pero así es. Yo, teniendo todas las comodidades, me escapaba a vender pan en mi triciclo. Hasta que, un día, mi padre me vio en mi triciclo en plena avenida y se puso furioso.
¿Por qué se molestó? Yo, en cambio, estaría orgulloso de que mi hijo trabajase…Es que lo hacía por puro palomilla, no por necesidad. Un día, mi mamá hizo uno kekitos, le pedí permiso y me fui a venderlos al parque. A los 10 minutos no tenía kekes. A partir de ese momento, mi madre le entró al vacilón y empezó a hacer pies de limón, manzana, kekes, chups.
Pintabas para empresario…Sí, pero allí apareció la influencia de Jorge en mi vida. Me metí al mundo del espectáculo por la admiración que le tenía. Recuerdo que, grabadora en mano, trabajaba sus imitaciones, sus personajes. Yo veía su entusiasmo y fui testigo de cómo se preparaba, encerrado en su cuarto, para presentarse en Trampolín a la fama. A mi padre no le gustaba la idea pero, cuando vio que tenía talento, fue el primero en presentarlo, orgulloso, ante sus amigos.
Te lo repito: JB me dijo que tú eres más gracioso…Es mi personalidad. Reconozco que ser hermano de Jorge me ha ayudado en mi carrera, pero también he sido choteado. Hice un casting para Tulio Loza, quien me dijo que estaba contratado pero que me comunicase con Polo Campos. Lo llamé y me mandó al carajo. Un compañero del cole estaba a mi lado. Colgué y le dije: "He fracasado" (risas). Tenía quince años.
¿Todavía no has dejado de ser un palomilla?Sí. Me encanta reírme y divertirme con la gente. Me encanta comer… se nota, ¿no? (risas). Nunca me van a ver tomando ni metiéndome nada ilegal, pero he pasado y me he ganado con cosas que nadie puede imaginar.
Empezaste tu educación sentimental pronto: con 17 años, salías con una mujer de 30…Sí, con Roxana Ávalos (la famosa 'Guardia Serafina'). Yo era el Christian Suárez del 91 (ríe). Era una mujer alucinante. Estuvimos juntos cinco años. Pero nadie creía mi edad porque soy bien entrador, caigo bien.
Estuviste muy enfermo…Sí. Bajé de peso y nadie sabía por qué. Un día me dio una crisis de dolor y llamamos a Alerta Médica. Llegó una ambulancia con un doctor gigante. Me puso una inyección para el dolor y me dijo: "Durante una semana, tómate dos hepabiontas". Como había hecho de todo para sanarme, le dije que sí. Al tercer día recuperé los sentidos. Quise ubicar al doctor que me había sanado, pero en el registro de emergencias no existía ninguna atención para mí. Por eso digo que Dios o un ángel me sanó.
Una de tus mejores imitaciones es a Mauricio Diez Canseco…Dicen que me parezco a él. Lo conozco como no lo conoce nadie. Para que lo imitara, me enseñó muchas cosas de su personalidad, y tanto se me ha quedado que, a veces, cuando hago otros personajes, parece que lo imitara a él.
Tener a tu doble enfrente debe ser complicado…Recuerdo una anécdota con Alberto Andrade. Yo lo imitaba y un día me llamó. Nunca voy a olvidar su rostro de admiración y nostalgia: estaba triste porque Yoshiyama iba primero en las encuestas municipales. Yo le dije: "Acabamos de hacer un sketch donde usted aparece como puro corazón, y Yoshiyama, como delfín de Fujimori. Creo que eso le va a ayudar". Él me respondió: "Si gano las elecciones, será por ti. Y si eso pasa, les hago una pachamanca en mi casa de Totoritas". Y ganó. Una semana después estaba todo el elenco de Risas y salsa en su casa, pero la pachamanca se malogró cuando uno de nosotros fue al baño y, de puro borracho, orinó sobre la pachamanca. Salía humo (ríe). Terminamos comiendo pollo a la brasa.
Manolo Rojas es tu gran compinche…Sí. A pesar de su jodido carácter, siempre ha sido muy bueno conmigo. Es un excelente profesional. Lo comprobé cuando hicimos Por humor al Perú. Se supone que íbamos a dirigirlo los dos pero, al ver que él lo hacía tan bien, le delegué la tarea (ríe).
Te llevas bien con Magaly…Me llevo bien con todo el mundo. No tengo enemigos pero, en realidad, soy amigo de Ney. Y si me sacan un ampay, no será por nada malo.
Te cuidas, entonces…Sí, uso preservativo (risas).
AUTOFICHA
- Debuté en un programa que nunca salió al aire (ríe). Oficialmente, fue en Risas y salsa. Mi humor lo aprendí en la calle y de mi viejo. Mi mentor fue Guillermo Guille.
- Tengo 39 años. De mi promo son Fernando Armas, Manolo Rojas y Arturo Álvarez. Hicimos Los amigos de la risa.
- Por propia iniciativa fui testigo de un asalto de banco. Estaba con unos Águilas Negras y les dije: "Ni loco me pierdo esto". Fue irresponsable, lo admito, pero así soy yo.
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