Adopción, un acto responsable

"Uno no decide adoptar de la noche a la mañana. Hay que tomar en cuenta algunas cosas muy importantes", dice Rachael Silberman, psicóloga de la clínica Javier Prado. Según la especialista, las personas deben identificar, primero, la razón por la que se desea tener un hijo en estas condiciones. Además, hay que ser conscientes de que el trámite legal será largo y demandante. Otras preguntas que deben hacerse: ¿Adoptar un niño recién nacido o uno ya mayor? Si es mayor, ¿cómo manejar el tema de la conducta? Asimismo, hay que estar preparados también para, ya más adelante, contarles la verdad a los hijos. "El hijo puede preguntar cosas como «¿por qué yo no me parezco a ti», «¿por qué me han dicho que no soy tu hijo?». Las personas que deciden adoptar no deben pasar por alto este detalle, como si nunca fuera a ocurrir", sostiene la especialista.

Que no se malentienda: adoptar no es una tortura. Al contrario, ser padre es una de las experiencias más bellas del ser humano. Pero sí hay que meditarlo mucho pues ese hijo debe contar con los recursos para que se desarrolle con plenitud. "La adopción tiene que ser un acto de amor, no de desesperación", anota Silberman.