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"Dedicarme al cine fue una decisión valiente"
Es hija de poeta y de cineasta, y su ópera prima, Casadentro, participa en el Festival de Lima. Joanna Lombardi nos habla de su vida y de su oficio.
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Joanna Lombardi,CineastaAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com
De adolescente le gustaban el fútbol y la lectura. Dejó el fútbol por estudiar Administración y volcó su gusto por la lectura hacia la escritura de cuentos y guiones. Hoy, Joanna Lombardi, influenciada por su padre, hace cine. Casadentro, estrenada en el Festival de Lima, es su primera película.
Te recuerdo como parte del equipo femenino de Cristal…(Ríe). Mi papá me llevaba al estadio desde que yo tenía ocho años. Veía tripletes y me metía unas aburridas tremendas, pero creó en mí el hábito de ir al estadio. El fútbol me encantaba, al punto que, por mí, en mi colegio se hizo un equipo de fútbol. El entusiasmo duró tres meses. Pero, poco tiempo después, Cristal decidió hacer un equipo femenino y me convocaron. Y no fui parte de la selección femenina porque dos meses antes, por la universidad, dejé el fútbol.
Tu madre es poeta; tu padre, cineasta. ¿Por qué el oficio de tu padre te resultó más atractivo que el de tu madre?Bueno, mi madre es guionista, y yo, también. Mi mamá, Giovanna Pollarolo, escribió varias de las películas de 'Pancho' Lombardi, mi papá. Mi hermano Diego y yo salimos del colegio y nos metimos a otras cosas, no queríamos ser los 'hijos de'. Él estudió Industrias Alimentarias; yo, Administración. Pero entramos a unas clases de teatro y Diego se enamoró de la actuación; yo no, pero allí reafirmé mi vocación por leer mucho y escribir prosa. Un día escribí un corto. Se lo envié a mi papá y me dijo que era un texto valioso, que debía filmarse pues solo funcionaba visualmente. Allí decidí dedicarme al cine, una decisión que hoy veo como valiente y estúpida (ríe) pues renuncié a todo y, a los 26 años, me fui a estudiar cine a Buenos Aires.
¿Te ha ayudado ser la hija de Lombardi?He tenido suerte por las cosas que me ha enseñado y por la oportunidad que he tenido de trabajar en sus últimas películas. Si no hubiese sido su asistente de dirección, Casadentro, mi película, sería la tercera parte de lo que es. Y no solo eso, he aprendido mucho viendo películas juntos. El lado negativo es que hay un montón de gente que tiene una mala onda directa contra mi padre y su entorno.
Entonces, sientes que te ganaste el derecho de ser asistente de dirección tu padre…En Un cuerpo desnudo, la primera película donde trabajé a su lado, estuve por ser su hija, pero en la segunda, Ella, fue porque hice bien mi trabajo.
Teniendo un maestro como 'Pancho', ¿por qué te fuiste a Argentina a estudiar cine?Solo hice un año de la carrera –duraba tres– porque apareció la oportunidad de trabajar con mi padre y no lo pensé, regresé, pues sabía que con él iba a aprender mucho más. Y me fui a Argentina porque sentía que necesitaba tener algo de piso para mandarme a dirigir. Ese año, Buenos Aires me dio la tranquilidad necesaria para lanzarme a hacer mis propios proyectos, para darme cuenta de que era capaz.
¿Por qué no te 'conformaste' con el oficio de guionista?Cuando empecé a escribir Casadentro, tuve la sensación de que nadie más podía dirigir esa película porque tenía mucho subtexto, mucha carga mía, y que esta era imposible transmitirla a otra persona. Y mira que yo sentía que no tenía talento para dirigir pues soy supertímida, odio estar con mucha gente: me gusta trabajar sola, sentada, en mi casa. Por eso hice mi primer corto, De noche, para demostrarme que sí podía dirigir. Me fue bien, gané un premio a Mejor Dirección. Luego hice Una mujer, que compitió en el Festival de La Habana.
Dices que Casadentro es una cinta muy tuya. ¿Es la historia de las mujeres de tu familia?No. Hay algunos detalles de la vida provinciana –mi familia es de Tacna– que pueden dar esa sensación, pero es pura ficción… con algunos elementos de la realidad.
¿Qué tipo de cintas prefieres?Donde no pasan muchas cosas. Me gusta contar cosas cotidianas, mostrar personajes con conflictos que no están en la superficie, sino debajo. Mi cine no es comercial.
Tu padre ha dicho que no hay que hacer películas solo para festivales…Sí, cuando lo leí me dije: "Ok" (risas). Uno debe hacer lo que le toca. Si hago cine es por mi necesidad de contar algo, y si la forma como lo hago funciona o no en términos de público, no es mi tema. Lo que sí sé es que fuera del Perú hay un público muy amplio al que le gusta un cine distinto… como el mío.
¿Hay una tradición de cine peruano?Hubo una crisis porque no había dinero para hacer películas, pero la entrada de Rosa María Oliart a Conacine fue muy buena pues consiguió fondos. Así surgieron varios cineastas, y viene una nueva generación con muchos bríos. Ahora, quizás como pasa en Argentina y en otros lugares, aquí se harán muchas películas, pero pocas serán las buenas. Igual, debemos ir hacia una industria.
AUTOFICHA
- Nunca me he casado ni creo que lo haga (ríe). Tengo una hija de cuatro años. He sido asistente de dirección de las dos últimas películas de mi papá, Francisco Lombardi.
- Escribo mi segundo filme. Será un road movie bien peruano. Solo me veo dirigiendo las películas que escribo, no pienso en historias ajenas.
- Trabajo escribiendo telenovelas. Escribí La Tayson. Me siento más escritora que cineasta. Soy obsesiva. En el rodaje soy democrática: eso es una muestra de seguridad.
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