Gadgets calientes

Los juguetes sexuales han evolucionado. En el mercado de hoy no solo encontrará piezas de colores chirriantes y materiales baratos, sino también dispositivos que combinan arte y tecnología. No basta con cualquier pedazo de plástico que vibre, así que los usuarios buscan aparatos más cómodos y sofisticados para la intimidad. Y, sobre todo, que brinden un máximo placer.

Comprar un juguete sexual hi tech representa una inversión importante. Por ejemplo, la empresa Jimmyjane ofrece productos desde 28 hasta 180 dólares. El Form 2, uno de sus best sellers y nombrado 'Juguete Sexual del Año 2009', es un vibrador que cuesta 116 dólares. A simple vista, parece la cabeza de un conejo. Sin embargo, se trata de un poderoso dispositivo sexual que ofrece cuatro tipos de vibraciones distintas y cinco niveles de intensidad, ideal para la estimulación del clítoris. También hay productos como Form 4, Form 6, Iconic Ring, Little Chroma o The Usual Suspects, diseñados para satisfacer requerimientos puntuales (como la estimulación del pene o el punto G femenino, entre otros).

Cuando mencionábamos lo de 'arte y tecnología' no era por puro gusto. De hecho, varios juguetes de Jimmyjane han sido galardonados por la Sociedad de Diseñadores Industriales de América, institución que ha premiado productos de Nike o HP. OhMiBod, por su parte, fue creada por Suki Dunham, una ex trabajadora de Apple. Los vibradores de esta marca, que oscilan entre los 79 y 130 dólares, pueden conectarse al iPod, al iPhone y al Ipad, de modo que el usuario pueda controlar el ritmo y la intensidad a su antojo desde una pantalla táctil. Asimismo, la empresa Tenga ha anunciado el lanzamiento de una línea de juguetes sexuales para varones que llevan los diseños del artista pop Keith Haring.

Es decir, la tendencia apunta a sacar de la clandestinidad a esta industria. "Pronto, encontrar un vibrador en un centro comercial, en una tienda de artículos domésticos, cosméticos o cafés será normal. Ya casi lo es", escribe Andy Isaacson en 'Un mejor vibrador puede inspirar una era de mejor sexo en América?', artículo publicado en The Atlantic. Pero antes de ese futuro con vibradores al lado de teteras y licuadoras, hay que preguntarse lo siguiente: ¿estamos preparados para los juguetes sexuales? Si bien hay millones de personas felices con ellos, muchos aún no sienten la confianza para usarlos, en parte porque se suele asociarlos con prácticas solitarias, cuando, en realidad, son estupendos aliados para mejorar la calidad del sexo en pareja. Un vibrador, digamos, puede ser muy útil para incrementar el placer de ambos y, sobre todo, para facilitar la llegada del orgasmo femenino. Además, lo bueno de los productos hi tech es que son fabricados con materiales seguros, son fáciles de limpiar y, sobre todo, cumplen lo que prometen. Así como uno gasta buena plata en un smartphone o una laptop de última generación, ¿por qué no invertir en los gadgets del placer?

DATOS

- Se estima que la industria de juguetes sexuales mueve más de 1.5 millones de dólares anualmente.

- De acuerdo con un estudio de la Universidad de Indiana, la mitad de los adultos estadounidenses ha usado un juguete sexual.