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El lado B del campeón
Todos juegan bien y van camino a convertir a España en leyenda. Pero en esta nota encontrará la otra cara del genio Iniesta, del seguro Ramos, del líder Casillas y el veloz Silva.
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Iker Casillas tiene una calle con su nombre en Móstoles. Embajador de Unicef, actor de cine (Goal 2 y Torrente 3), debutante en Champions con 18 años, se casará en julio con Sara Carbonero.
Álvaro Arbeloa pasa sus días libres con su esposa Carlota Ruiz y su hija Alba. Es tan 'chacotero' que encargó una broma para su abuela que no paró de reir. Pone la 'chispa' en la 'Furia'.
Xabi Alonso de niño odiaba comer aceitunas y hasta hoy le dura. Se considera un cocinero a medias, pero un fanático de Red Hot Chili Peppers, Cold Play y el argentino Andrés Calamaro.
Sergio Ramos es el discjockey en los viajes de la 'Furia Roja' y jamás deja de twittear. Mujeriego como pocos, aunque hoy de novio, es amante del flamenco y lleva diez tatuajes en el cuerpo.
Sergio Busquets es reacio a la prensa. De niño iba con su abuelo a los entrenamientos y de grande le consiguió trabajo a un amigo en una tienda de electrónica. No usa Facebook ni Twitter.
Gerard Piqué cumple años el mismo día que su novia Shakira y lleva su nombre grabado en sus botas. Modelo, conductor de autos lujosos, gusta del arroz cubano y la música de Serrat.
David Silva fue rechazado por el Real Madrid por ser 'chato'. Hoy lo piden a gritos. El 'Chino' se demoró dos meses en poder dominar el inglés cuando llegó al Manchester City.
Andrés Iniesta es amante de los vinos y tiene una bodega en su pueblo Fuentealbillay, además una calle lleva su nombre. Gusta de escribir y su primer libro se llama Un año en el paraíso.
Xavi Hernández gusta mucho de la serie Aída, de Angelina Jolie y de 'Pep' Guardiola, de quien tenía un poster en su cuarto. Adora la comida italiana, aunque ese país no lo quiera mucho.
Cesc Fabregas disfruta jugando una partida de videojuegos, especialmente el FIFA, en calzoncillos y medias. Un reportero lo besó tras ganar el Mundial 2010. Su novia lo perdonó.
Jordi Alba nunca tuvo una gran figura, quizás por eso usaba una talla más grande de camiseta para aparentar. Baladas, música clásica y correr contra reloj son las aficiones del zurdo.
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