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"Le ayudé a Mario Vargas Llosa a crear sus novelas"
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José Matos Mar,AntropólogoAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com
José Matos Mar,Antropólogo
Su libro Desborde popular y crisis del Estado (1984) es un clásico. Casi 30 años después, José Matos Mar actualiza su visión del país con Perú. Estado desbordado y sociedad nacional emergente (URP), donde señala que el Otro Perú, el antes olvidado, el de la mayoría migrante y de origen rural, al fin ha podido construir una verdadera sociedad nacional. El volumen se presenta mañana, a las 7 p.m., en el Centro Cultural CcoriWasi (Av. Arequipa 5198, Miraflores).
Ha tenido una vida larga y llena de anécdotas…Le di la mano a Leguía –hay que revalorar el Oncenio–; he visto al 'Mocho' Sánchez Cerro llegar a las manifestaciones con su poncho; he visto a Víctor Raúl Haya de la Torre, he llorado oyéndole decir: "Solo el aprismo salvará al Perú".
No me diga que fue aprista…Nunca (risas). Todo lo contrario, pero fui su buen amigo.
Quiso estudiar en la UNI…Sí, pero entrar allí costaba 500 soles y no tenía esa plata. Con el dolor de mi corazón me fui a San Marcos, donde ingresé sin estudiar. Quería ser abogado, como mi papá. Pero en Letras tuve como maestros a Julio C. Tello, Luis E. Valcárcel, Raúl Porras, Jorge Basadre, Mariano Iberico, Jiménez Borja. Por eso digo que allí nació Matos Mar (ríe). Mientras mis compañeros hacían política, yo me dediqué a estudiar. Tello y Valcárcel fueron mis grandes motivadores, sobre todo Tello.
También estuvo en política…Con Jorge Basadre fundamos el Movimiento Social Progresista. Presentamos candidato a la Presidencia, pero fracasamos porque éramos intelectuales. ¡Qué teníamos que hacer con la política! De la noche a la mañana se acabó el partido, se acabó el diálogo, se acabó la amistad con gente brillante como Basadre, Escobar, Arguedas.
Perú. Estado desbordado y sociedad nacional emergente es un testimonio de vida…Es mi compromiso con el Perú. ¡Esto he vivido, señores! He departido con el 'Chino' Velasco, quien me decía "no me llames presidente, dime 'Chino' y yo te digo 'Cholo', pues somos amigos". He sido asesor de Belaunde, de Alan García. Al comienzo de su mandato, Fujimori me acogió: creíamos que iba a salvar al Perú, pero fue el más grande fracaso. He trabajado con Toledo, un hombre maravilloso que, una pena, no pudo hacer nada, pero tuvo un gran mérito: hizo la descentralización. He conocido, en vivo y en directo, al 'Perú Oficial', y he estudiado al 'Otro Perú' (las dos categorías en que divide al país).
Hoy ve al Perú con optimismo.Sí, pero hay que tener en cuenta algunas cosas. En 1940 hay un despertar. Sufríamos la Segunda Guerra Mundial, el comunismo y el capitalismo estaban presentes. En el Perú se produjo un despertar, sobre todo en la sierra. Hasta entonces, nunca habíamos sido una sociedad nacional porque Bolívar y San Martín no crearon un país integrado. La mitad de nuestra población fue marginada por indígena. Ante el abandono, la disyuntiva de esta población era o la violencia o la migración. Decidió venir a Lima, poco a poco, de familia en familia, y para 1945 ya eran 60 mil personas. Allí se funda La Victoria. Luego empiezan las invasiones, donde los migrantes recrean, banderita en mano, el ayllu tradicional y le dan el nombre de barriada. Así nace, por ejemplo, San Cosme, la primera barriada del Perú. Esto se contagió como un cáncer y se fundaron El Agustino, Caja de Agua, Piñonate, San Martín de Porres, Comas (en los 60, donde participaron 120 mil familias), Villa El Salvador (1971), Independencia. Esto originó los conos y, luego, las tres grandes Limas: Norte, Sur y Este. Hoy somos 10 millones: 75% están en la nueva Lima, el 25% es tradicional.
Desde el Estado, los gobernantes no pudieron transformar el Perú, pero la gente sí pudo…Todo se desbordó, empezando por el Estado, y como este no les dio nada, ellos se construyeron luz, agua, servicios, pistas, veredas. Los presidentes no se han dado cuenta de que estamos en una sociedad nacional formada por 30 millones de peruanos. Son 15 millones los que en menos de siete décadas se han incorporado, por ellos mismos y a pulso, al Perú. Las masas piden hoy 'Buen Gobierno', es decir, un presidente que conozca el Perú. Nuestra riqueza son 115 siglos de historia, de alta cultura, riqueza que hoy es dejada de lado. Debemos hacer un país socialista, andino, peruano.
Vargas Llosa hace el mismo análisis, pero concluye que el peruano es un capitalista popular. Es amigo de Mario, ¿no?Amigos somos, pero ya no íntimos, nos hemos alejado por cuestiones políticas. Le ayudé en algunas de sus novelas. Él necesitaba un antropólogo para que le explicara las cosas: qué diferencias había entre una comunidad andina y una tribu selvática; qué cosa era la Mangachería, en Piura. Yo lo llevé a la selva, a aquel famoso viaje que dio origen a La casa verde. Un día lo encontré y le dije: "Mario, los cachaquitos están felices porque les han solucionado el problema de las hembras. ¡Hay visitadoras!". No soy el inventor, pero allí nació Pantaléon y las visitadoras. Mario, quien es genial, le puso la ficción.
AUTOFICHA
- Nací en Coracora, Ayacucho, por una coyuntura. Mi padre era huancaíno; mi madre, cusqueña. No llegué a conocer a mi padre, un amanuense. Tengo 90 años.
- Mi madre, Rita Mar, no sabía leer. Me formó su jefe, un hombre culto, quien me adoptó como hijo. En 1929 vine a Lima.
- Un día encontré a Vargas Llosa y le dije: "Mario, los cachaquitos están felices porque les han solucionado el problema de las hembras. ¡Ya tienen visitadoras!".
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