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Otorongo no come otorongo
A pesar de haber sido correctamente eliminado el desafortunado programa de gestores, este no deja de generar escándalo.
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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com
Ahora hemos sido informados de que habría un 'acuerdo' entre las bancadas no solo para dejar sin efecto la censura que se había presentado a cambio de archivarlo, sino también para proteger a los que estuvieron involucrados.
Hubiéramos preferido que el debate de la censura se lleve a cabo para que la opinión pública conozca la facilidad con la que en el Parlamento se derrocha el dinero de todos los peruanos en proyectos extraños. Pero entendemos, por otra parte, que habiendo logrado su objetivo de cancelarlo, la oposición tiene el derecho de optar por reservar sus municiones para otro caso.
Sin embargo, lo que es totalmente inaceptable es el pacto de impunidad para quienes lo tuvieron a su cargo. Más aun, los nueve millones de soles que ese programa hubiera costado no iban a salir de los sueldos de los parlamentarios sino de los bolsillos de los contribuyentes que mantenemos con mucho esfuerzo a nuestro poco transparente Estado.
Incluso, mañana idearán otro esquema para emplear a partidarios, esperando que la prensa no se dé cuenta, y cuando sean nuevamente descubiertos negociarán otra componenda con la oposición para lograr protección, ofreciendo nombramientos o legislación a cambio de no ser penalizados.
Por otro lado, nos parece adecuado que la Comisión de Fiscalización no se haya sumado al encubrimiento generalizado y haya citado a los funcionarios. Incluso, también deberían citar a los miembros de la Mesa Directiva para que expliquen la creación de ese mamarracho.
En todo caso, el buen gesto de cerrar Gestores ha sido desperdiciado. Lo que pudo ser percibido por la población como una saludable rectificación del Congreso ante un programa cuestionado será recordado más bien como otra muestra de 'otoronguismo' parlamentario.
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