Con permiso, por favor

El sexo es un mecanismo sublime para expresar amor. Mecanismo, ojo, según la Real Academia Española: proceso (sucesión de fases). Es decir, si bien parece un acto instintivo, salvaje, donde la espontaneidad y el momento están por encima de todo, el sexo es una puesta en escena, una performance, un acto que tiene pasos y recetas, etapas y convenciones. Por ello, antes de poner en práctica las enseñazas de Alessandra Rampolla o el Marqués de Sade, sea respetuoso, pregunte, consulte, negocie. En tal sentido, le presentamos algunos ejemplos para ilustrar esta idea.

BOCA PRESUROSALa estimulación oral de los genitales femeninos es una práctica sumamente placentera para las mujeres. Bueno, no para todas. A muchas no les agrada, aunque no lo crea, ya sea por pudor o porque tuvieron una experiencia nada afortunada que las desanimó por completo. Consejo: en otro momento, fuera de la alcoba, el hombre debe hablar con ella y averiguar las razones, para luego, si es posible, persuadirla y convencerla con argumentos.

POR AHÍ NOHay mujeres que quieren sorprender a la pareja mediante la estimulación de zonas 'especiales'. Hay que tener mucho cuidado: la mayoría de hombres no disfruta las caricias en la zona del perineo, mucho menos que les introduzcan el dedo por el recto. Recuerde que, en estos temas, los hombres pueden ser más prejuiciosos que las mujeres.

SAFARI ACCIDENTALHace unos días, el ginecólogo estadounidense Adam Ostrzenski publicó un trabajo en el que afirmaba haber encontrado el 'punto G', zona que, al ser estimulada correctamente, provocaría potentes orgasmos en la mujer. Ahora bien. Una buena idea para la pareja sería encontrar juntos dicha zona, ¿no? Divertido y enriquecedor, si se hace con preparación y paciencia. Sin embargo, puede ser muy incómodo que el hombre se lance sin previo aviso, mismo Jacques Cousteau, a explorar las intimidades de la mujer.

INVITADO IMPREVISTOLa oferta de los juguetes sexuales es abrumadora. Hay desde discretos vibradores hasta dispositivos que parecen sacados de Star Wars. Antes de llevar un juguete a la cama, consulte. Así evitará herir susceptibilidades, ya que muchas personas sienten que no son capaces de brindar placer y que, por eso, la pareja está buscando un objeto para reemplazarlo. Converse y aclare el asunto.

TAS TAS EN LA COLITAEn ciertas ocasiones, el sexo rudo es una variante válida. Siempre y cuando los dos estén de acuerdo. Pero amarrar a la pareja, ponerle esposas de policía o darle nalgadas puede ser 'too much' si no se lo ha pedido. Una cosa es ser creativo; otra, ser desatinado.

DATOS

- Tener confianza no equivale a decir la verdad bruscamente, sin tino ni elegancia. Elija bien las palabras y el momento apropiado para dialogar con la pareja.

- La improvisación, cuando es bien manejada, resulta un poderoso aderezo para la vida sexual. Sorprenda a su pareja, pero no la ponga en aprietos.