Esta sería tu dieta del futuro: cómo la comida artificial reemplazaría a la proveniente de animales

Es probable que la comida del futuro ya esté aquí. Se ha comentado sobre la población viviendo a base de insectos, pero muchos sugieren que a cambio, la mayoría de nuestras dietas estén hechas a base del crecimiento artificial. No provendrían de animales, pero cargarían con todos los mismos nutrientes. La única diferencia es que se fabricarían en el laboratorio gracias a los últimos avances en las técnicas de ingeniería genética y cultivos celulares.

Con todo esto en mente, muchos investigadores se han puesto a analizar de qué elementos estarían compuestos los almuerzos del futuro. Para esta hipótesis, los científicos improvisaron al analizar los componentes de una supuesta comida formada por entrada, plato principal y postre. Y los resultados son fascinantes.

Se puede crear bastantes sustancias beneficiosas de las bacterias para el ser humano. A veces es natural, pero otras veces se requiere la mano de cientificos, que introducen en ciertos microorganismos los genes necesarios para que fabriquen esas sustancias.

Con la ingeniería genética, se puede conseguir diferentes compuestos. Son sustancias derivadas de la fermentación o proteínas que se fabrican en las bacterias, gracias a las instrucciones introducidas entre sus genes. La información presente en el ADN de las bacterias se transcribe a ARN y luego se lleva hasta los ribosomas, donde las instrucciones se usan para sintetizar proteínas. Lo que se hace con la ingeniería genética es modificar las instrucciones de las bacterias para que fabriquen las proteínas que nosotros queramos.

Con ello, se puede hasta conseguir lograr alimentos artificiales. Por ejemplo, la compañía estadounidense Clara Foods estudia la obtención de proteínas de la clara del huevo mediante microorganismos modificados genéticamente. Con lo poco que han obtenido, aunque no ha sido un huevo completo, aun han podido crear una variante que ha servido para ser el suplente adecuado en recetas de tortillas o huevos revueltos.

En la creación de la carne se serviría mucho de los cultivos celulares. Según la revista Hipertextual, se consiguen células madre de los músculos y se toma lo necesario para desarrollarlas en células adultas. Se le suministran nutrientes y oxígenos necesarios para su crecimiento. Además, se cultivan junto a otros tipos de células, como las de la grasa o adipocitos, de modo que se garantice un suministro adecuado de mensajeros químicos. Mientras estas técnicas las células se desarrollarían en un ambiente similar a un organismo vivo. Con este desarrollo se puede crear desde filetes hasta salchichas.

Terminamos con un batido de leche. Aunque hay suplentes de la leche como las bebidas derivadas de plantas (leche de coco, leche de almendras), en el 2014 la empresa Muufri, una empresa americana destinada a producir comidas artificiales; pudo recrear algo muy similar. Pudo crear un producto similar a la bebida original. Se basó en modificar genéticamente levaduras para que estas pudieran sintetizar proteínas de la leche.

Además de las proteínas sintetizadas y levaduras modificadas genéticas. necesarias, requirieron agua; ya que el 87% de la composición de la leche es agua. También ciertos ácidos grasos para darle su famoso sabor; aunque los ácidos provenían de plantas, los científicos los modificaron para que su sabor sea idéntico al de la leche regular.

Claro, todos estos experimentos recién están iniciando, y naturalmente los precios serán muy altos para la canasta de bienes básicos. Pero se espera que más adelante en el futuro el acceso a estos alimentos sea una realidad para todos.