Gonzalo Elías, psicoterapeuta: “El confinamiento ha golpeado fuertemente la salud mental”

Pero él eligió la psicología. Considera que el mundo necesita ser escuchado. “Lo que me motivó más para estudiar psicología fue descubrir que el sufrimiento humano más grande es el sufrimiento mental. Es un verdadero infierno”, asegura Gonzalo Elías, nuevo columnista de Perú21, que publicará desde este lunes.

Su padre siempre le decía que tenemos dos orejas y una boca porque debemos escuchar el doble de lo que hablamos. Lo escuchamos y lo leemos.

Los psicoterapeutas tenemos la suerte de poder seguir trabajando y ayudando. Y ayudar también te ayuda a ti mismo.

Veo muchos trastornos de ansiedad. La gente está muy angustiada y asustada.

Hace poco leí una encuesta que decía que más del 50% de los peruanos le tenía más miedo al hambre que al virus. Pero lo cierto es que ambas cosas se suman. Estoy viendo muchos ataques de pánico. También hay problemas de pareja, irritabilidad. Se han perdido los límites: se mezcla la oficina en casa con los niños, el colegio, la relación de pareja. Eso genera que el estrés suba muchísimo. Hay reportes de maltrato infantil. Tengo dos pacientes que han decidido divorciarse durante la cuarentena.

Recomiendo buscar esos límites dentro de casa: hacer horarios; tratar de convertir un espacio de la casa en una oficina; encerrarse para trabajar, mientras el otro padre asume la supervisión de los hijos. El confinamiento ha golpeado fuertemente la salud mental en un país donde ya teníamos un montón de problemas de salud mental. Antes de la pandemia habían seis millones de peruanos con depresión. Hoy esta cifra se debe haber elevado.

Los niños son una poblacion vulnerable al encierro. Entonces, ayuda mucho salir a pasear con ellos, que les caiga un poco de sol porque otorga vitamina D y fortalece el sistema inmunológico. Realizar la tarea y descansar; tarea y juego de mesa; tarea y un poco de TV; etc. Esos intervalos ayudan a estresarse menos.

Que hagan su cama, laven los platos, ayuden a cocinar o a limpiar, y que vean esto en sus padres. Es muy formativo.

Están afectados por el COVID-19 y el encierro. Muchos tienen la sensación de que cada día es un día menos. Hay que enseñarles a usar la tecnología, los empodera; que se vinculen con sus amigos. Una de las cosas que más fortalece el sistema inmunológico son las relaciones interpersonales.

Cuando se juntan tres generaciones es muy complicado. Si se puede, los adultos mayores deben estar aislados o debería haber cierto aislamiento. A los adultos mayores tenemos que sobreprotegerlos. Pero los de la generación sándwich no somos superhéroes. No nos sobrecarguemos. Busquemos a personas que nos contengan: con amigos o con una línea telefónica de ayuda psicológica. Y hacer deporte es clave en esta pandemia, en casa o afuera. Deberíamos hacer deporte todos los días. También es importante cuidar mucho el sueño. Es importante para el sistema inmunológico. Dormir mínimo siete horas.

La siesta ayuda mucho para combatir la ansiedad, es regeneradora. La música también ayuda.

La OMS ha pronosticado que para el 2021 la depresión será el mal número uno del mundo. Mucha gente está cayendo en depresión en esta pandemia. Han habido varios suicidios, tal vez han aumentado. Hay personas cuya vivencia es: afuera el virus, adentro el hambre; y esto es crítico. Los síntomas típicos son la irritabilidad, la tristeza, el insomnio o el hipersomnio (querer dormir todo el día), perder el apetito o comer en exceso, los pensamientos obsesivos, cuando se va la motivación. Y nunca hay que subestimar a una persona que haga referencia, directa o indirecta, a un tema suicida. Es como un grito de ayuda.

Se han abierto muchas líneas de proyección social, de apoyo psicológico, desde el Minsa, en la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, está el colectivo Psicólogos Contigo, el Colegio de Psicólogos del Perú. Se puede acudir telefónicamente o a través de una videollamada.

Me pasa y lo digo con mucha gratitud. Y eso no solo se aplica para los psicólogos.

Que, en parte, esto tiene que ver con la naturaleza, que nos está diciendo que nuestra voracidad y excesos también están pasándonos una factura. Quizás esto nos puede servir para reorganizar nuestras prioridades: poner la vida, la salud, la familia y las amistades por delante.

- “Tengo 40 años. Nací en Lima. Tengo hijos de 10 y siete años. Estudié Psicología y luego me especialicé como psicoterapeuta. Además de dar consultas, soy docente en la UPC. Mi padre, que murió en 2001, también fue docente universitario”.

- “Estuve entre Derecho, Psicología y Comunicaciones. También intenté incursionar en la política a raíz de una invitación para este Congreso de transición. Acepté porque quería impulsar el tema de la salud mental en el Perú, que es la última rueda del coche”.

- “Me han invitado para las próximas elecciones, pero por ahora no volveré a la política. Prefiero seguir aportando como comunicador social y psicoterapeuta. Todo buen profesional debe tener inteligencia humana, poseer habilidades blandas. También me encanta el deporte: surfear y jugar tenis”.