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Don Cucho: Aprende a preparar los alfajores de la tatarabuela
Don Cucho: Alfajores de la tatarabuela
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Había una vez en Ica una joven llamada Mercedes. Su apellido, Herencia, señalaba desde entonces ya la fortuna de sus futuros sucesores. A ella le gustaba escribir recetas dulces bajo la sombra de los árboles de pecana, cerca de la miel de los mangos, las sandías al ras del piso y las parras generosas de uva quebranta. Las frutas me inspiran, nada mejor que trabajar rodeada de ellas, se le escuchaba decir…
Más de 120 años después, Bernardo encontró en la biblioteca el recetario de Mercedes, a la postre su tatarabuela. Allí hojeó, leyó y, deslumbrado por el valor de las recetas y la escritura, las copia en su cuaderno. Una vez realizado esto, las manda enmarcar en fina madera de pino Oregón y dispuso que se les ponga vidrio que las proteja de la luz. Hay que cuidarlo para que dure y nos enseñe siempre, comentó.
Vale decir que este dulce cuaderno perduró en el tiempo porque las generaciones, a su turno, lo cuidaron y mimaron; Luis, su hijo, se hizo famoso con el manjar de pallares. Posteriormente, toma la posta su nieta Iris, que, inspirada en los apuntes, engríe a su familia con turrones, bien me sabe, galletas y mazamorras de uva. Le llega su turno a la bisnieta Carmencita, quien generó una familia feliz gracias al queque de naranja relleno de dátiles y pasas traídas de “brujas de Cachiche”, un pueblo donde, según la leyenda, la fruta es más dulce y enamora.
En la repostería de las tatarabuelas, en sus manuscritos dulceros encontramos hermosas fórmulas como bocado a la reina, alfajores míos y de usted, consuelos de cura, pan del cielo, lágrimas, besos de cupido, turronada de Moquegua, fritos de jeringa, espuma del mar, bizcocho de novia, ocho de azúcar, majarete… en fin, cientos de fórmulas “nuevas” que deslumbrarán al mundo. Hay mucho por hacer. Vamos bien, Bernardo.
INGREDIENTES (para 20 alfajores)
-450 g de harina sin preparar
-225 g de mantequilla
-2 yemas de huevo
-6 cucharadas de leche
-½ cucharadita de sal
Manjar blanco
-1 litro de leche entera
-2 tarros de leche condensada
PREPARACIÓN
En un bolo cernir la harina al menos tres veces. Echar allí mismo la mantequilla a temperatura ambiente, las yemas de huevo, la leche, la sal y juntar. Una vez realizado esto, volcar en la mesa de trabajo, unir bien los ingredientes antes de amasar por 30 minutos. En esta actividad está el éxito de esta simple receta. Un detalle escrito es que la masa comienza con una persona y se mantiene con ella hasta el final. Prohibido cansarse, jamás rendirse.
Se deja reposar la masa 30 minutos en la refrigeradora. Posteriormente se divide en dos, se estira con el palote y con ayuda de un aro se corta en redondeles. Se pintan con una mezcla de yemas y leche.
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En una asadera ligeramente untada en mantequilla se acomodan las masitas y se lleva a horno de 180 grados por 15 a 20 minutos, siempre vigilante. Retirar, dejar enfriar y armar los alfajores con harto manjar blanco caserito. Espolvorear azúcar impalpable.
El manjar blanco se logra juntando en una olla las leches y cocinando a fuego medio los primeros 20 minutos; posteriormente, cocinar a fuego lento. En ambas ocasiones no debe dejarse de mover y se recomienda hacerlo en un mismo sentido, hasta ver el fondo de la olla. Recuerda que las abuelas nunca se equivocan.
DATO:
Mercedes gustaba de preparar sus alfajores con manteca. Si encuentras una de suma calidad, adelante. He sugerido agregar a la masa anís tostado y molido, pero no me hacen caso.
Por: Don Cucho La Rosa
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