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Dueño de casa de Breña quería controlar a policías de frontera, según colaborador eficaz
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El caso de Yenifer Paredes, la cuñada del presidente Pedro Castillo, no solo ha destapado a la organización criminal que se repartía obras desde el Ministerio de Vivienda sino que ha revelado todo el despliegue de sus miembros para enquistarse y corromper distintos estamentos del gobierno. Uno de los que ha quedado expuesto es Alejandro Sánchez Sánchez, el dueño de la casa de Sarratea, ubicada en Breña, donde Castillo sostenía reuniones clandestinas.
Sánchez es un personaje clave para el mandatario. Lo último que se supo de él fue gracias a un reportaje de Perú21. Según informes de inteligencia de la Policía, el empresario chotano ocultó al prófugo Fray Vásquez, sobrino del jefe de Estado, en un moderno y lujoso inmueble levantado el año pasado en Asia, al sur de Lima. Lo que permitió que un juez autorice una medida de allanamiento a esa propiedad.
Esta vez, el equipo especial que lidera la fiscal superior Marita Barreto ha conseguido un colaborador eficaz que ha brindado detalles de la participación de Sánchez junto a otra red criminal conocida como ‘los chiclayanos’. Este testigo ha sido parte de esos negociados.
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Control de fronteras
Según el colaborador eficaz 02-5D-2FPCEDCF-2022, Alejandro Sánchez financió la campaña de Pedro Castillo a la Presidencia.
“(Alejandro Sánchez) le cubría todos los gastos a Pedro Castillo y habría invertido un promedio de cuatro millones de soles, tal como me lo refirió Fray Vásquez, Gian Marco Castillo, José Nenil, Salatiel Marrufo y Bruno Pacheco”, declaró al fiscal Raúl Martínez el pasado 19 de julio. Con ese gran aporte, y ya con Castillo de presidente, se disponía a recuperar la inversión.
Entre los personajes que mencionó, Salatiel Marrufo ha tenido un rol importante. Era el jefe de Gabinete de Asesores del exministro de Vivienda, Geiner Alvarado. Según el colaborador, tanto Alvarado como Marrufo llegaron a esos cargos por la influencia de Sánchez.
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Debido a ello, Marrufo se movía en el entorno más cercano del mandatario y, según el dominical Cuarto poder, fue el que gestó el Decreto de Urgencia 102-2021 que aprobó la millonaria transferencia de presupuesto para obras, preferentemente en Cajamarca.
Pero el colaborador dio otro detalle. Marrufo comentó que Sánchez quería el control de las fronteras del país porque solía llevar dinero en efectivo al extranjero.
“Salatiel Marrufo me dijo que Alejandro Sánchez sacaba altas sumas de dinero del país para lo cual requería tener el control de los policías de fronteras”, se lee en su testimonio al que accedió este diario.
Este no es un dato menor considerando los cambios que hizo Castillo en la Policía Nacional. En febrero de este año, el gobierno rotó a oficiales para ubicar en puestos de frontera a los generales recién ascendidos por el presidente.
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En Tumbes, en la frontera con Ecuador, destacó al general Nicasio Zapata como jefe del Frente Policial; en Tacna, que milita con Chile, ubicó a Manuel Rivera López en el mismo cargo; en Ucayali, que tiene salida al Brasil, fue designado Enrique Goicochea.
A Cajamarca, la región natal del mandatario y que tiene salida a Ecuador a través de San Ignacio, también llegó un visitante de Palacio. En febrero último, el general PNP Jorge Luis Castillo fue nombrado jefe del Frente Policial.
El ascenso de coroneles a generales suscitado en noviembre de 2021 es investigado por la Fiscalía al haber evidencias de cobro de coimas.
Este diario reveló en julio que, tras entregarse a los fiscales, Bruno Pacheco, el exsecretario de Pedro Castillo, precisó que los escoltas del mandatario se encargaban de cobrar US$20,000 a los oficiales a cambio de ser promovidos. El dinero, según su versión, terminaba en manos del jefe de Estado.
Poder chiclayano
El delator dijo también que el mismo Castillo encomendó a Alejandro Sánchez a garantizar la designación en distintos ministerios de personas de confianza “con la finalidad de poder manejar las licitaciones públicas y corresponder a las empresas que apoyaron en la campaña”.
Refirió que el también dueño de la empresa Aldalab incluso “colocó” a dos directores en los Programas Proyecto Nacional de Saneamiento Urbano y de Saneamiento Rural (Ministerio de Vivienda) “con la finalidad de ganar una licitación de mil millones de soles”.
“Con ese poder, Alejandro Sánchez direccionaba los procesos de contratación y por haberlos puesto, el señor Alejandro Sánchez les señalaba a Salatiel y Geiner que coloquen personas en el ministerio. Dentro de ese poder de mando está Abel Cabrera Fernández, en el mismo nivel que Alejandro Sánchez y José Nenil Medina, todas esas personas que ocupan ese poder de coordinación son conocidos como ‘los chiclayanos’”, relató el colaborador.
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A estos personajes se les conoce con ese gentilicio norteño no haber nacido en Chiclayo, sino porque su amistad se originó cuando estudiaban en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de la región Lambayeque.
Asimismo, dijo que “todas las personas entregaban dinero para ganar licitaciones”. “Ese era el modus operandi, le entregaban dinero como acto de corrupción a los ministros y estos a su vez le entregaban al presidente”, aseveró.
Perú21 se contactó con Alejandro Sánchez para recoger sus reacciones a esta sindicación. “Niego rotundamente todas esas afirmaciones, al parecer el colaborador se mete algún alucinógeno para crear historias fuera de la realidad”, respondió a través de un mensaje de WhatsApp.
Asimismo, exigió “pruebas” que demuestran esos señalamientos. “Los llamados a hacer investigación son los fiscales y estoy llano a colaborar si ellos lo solicitan”, refirió brevemente a este diario.
Tenga en cuenta
-El equipo especial de la Fiscalía abrió investigación a Fermín Silva, dueño de la clínica La Luz, por el supuesto soborno de S/30,000 que habría pagado por la designación de Hugo Chávez como gerente general de Petroperú. Silva es chotano y amigo de Pedro Castillo.
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