Es 16 de octubre en Barrios Altos, pasado el mediodía. Dos sicarios a bordo de una motocicleta asesinan a un agente terna de cuatro disparos, uno de ellos en la cabeza. El suboficial Renzo López, quien también se moviliza en una moto lineal, pierde el control de su vehículo, cae al suelo y fallece instantáneamente.
El sicario de 26 años fue capturado ayer en Tumbes al intentar huir por la frontera norte rumbo a Ecuador. Steven Loayza vivía en el mismo barrio donde ocurrió el atentado y, según la Policía, ya había sido detenido a los 19 años. Su cómplice, Aaron Lozano, fue arrestado días atrás en un hotel en Lince y también registra antecedentes policiales por extorsión.
🚨#URGENTE capturan en tumbes cuando pretendía fugar al Ecuador,
al sicario que asesino al hermano policía Renzo López Reyes en barrios altos. Su nombre Steven Loayza Vera delincuente que ya había sido detenido por la policía en el año 2017 pero volvió a la calle. @noticiAmerica pic.twitter.com/u9OcEKWQHy— Julio chuquitaype (@JuliochRuiz) October 19, 2024
Días antes de este homicidio, un profesor fue acribillado frente a sus alumnos en un colegio de Ate.
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“Apáticos, amorales y manipuladores. No tienen culpa ni remordimiento”, con esas palabras el psiquiatra Enrique Galli empezó por esbozar el perfil de un sicario.
Galli recuerda haber sido cogoteado por el ‘Comanche’, un criminal que acabó con la vida de un comandante de la Policía cuando asaltaba el antiguo cine Petit Thouars. El asesino fingió demencia para que lo internaran en el Larco Herrera. Galli señaló en su informe que el ‘Comanche’ no era un enfermo mental, sino un delincuente psicópata histriónico, maniático de la notoriedad. El pseudopaciente lo amenazó con matarlo y en una ocasión le susurró, visiblemente molesto, que haría algo para que lo declaren inimputable. Y así fue. Se paseó desnudo por el hipódromo y consiguió ser eximido de homicidio. El asesino terminó huyendo del centro psiquiátrico y se fugó a Miami.
¿Son los asesinos enfermos mentales? ¿Puede un sicario ser rehabilitado y reinsertado en la sociedad? ¿Quiénes son estas personas que se transportan en motos lineales para matar en cuestión de segundos, a cambio de un beneficio económico?
Estas son algunas de las interrogantes que le planteamos al jefe de psiquiatría de la clínica Ricardo Palma, Enrique Galli, quien describe a los asesinos a sueldo como personas jóvenes, en el rango de edad de 20 a 30 años, que pueden actuar individualmente o en complicidad con alguien más.
Para Galli, los sicarios son psicópatas y no pueden ser considerados enfermos mentales, ya que tienen plena conciencia de sus actos. “El psicópata no es un enfermo mental, es un trastorno de personalidad incurable”.
Según el estudio Personalidad, valores y motivación criminal del sicario en México, los sicarios muestran una “tendencia al aburrimiento, poca tolerancia a la frustración y una constante irritabilidad”.
La investigación, en la que participaron 22 expertos en psicología criminal, concluye que “existe una predisposición de la población sicarial por valores individualistas; es decir, un deseo latente de poder, estatus y prestigio social”.
En el caso de México, por ejemplo, el estudio indicó que el sicariato no era solo un fenómeno de personas aisladas, con rasgos violentos y que cometían homicidios por encargo, sino que era algo mucho más complejo, vinculado a las estructuras sociales, económicas y culturales de dicho país.
TIPOS DE SICARIOS
Según un artículo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autonóma de México, existen cuatro perfiles de sicarios: el antisocial, el psicopático, el sádico y el marginal.
Este último tipo de sicario son personas altamente manipulables, y con escasa educación y oportunidades de empleo. De modo tal que, para tener más ingresos económicos, empiezan a incursionar en actividades delictivas que “poco a poco los van desensibilizando hasta cometer actos que les permitan convertirse en sicarios”.
Según el psiquiatra Carlos Bromley, los sicarios suelen tener su primer contacto con el delito a temprana edad. Empiezan como pirañas o ‘pájaros fruteros’, robando carteras y arrancando celulares, hasta gradualmente transicionar al mundo de las bandas criminales. “Mientras más personas matas, más reconocido sueles ser en el mundo criminal”, asegura.
Este es el caso de Alexander Pérez Gutiérrez, alias ‘Gringasho’, quien se inició en el mundo del hampa siendo aún un púber. La figura de su tío materno —cabecilla de una sangrienta banda en Trujillo— fue crucial en su vida, pues él lo instruyó en el uso de las armas.
El exdirector del Hospital Larco Herrera mencionó a Perú21 que actualmente los sicarios pueden ser inclusive menores de edad. Los delincuentes saben que un adolescente y un adulto no son procesados por los operadores de justicia de la misma manera.
Sin embargo, esto estaría a punto de cambiar, ya que el Congreso acaba de aprobar, en primera votación, que menores de 16 y 17 años pueden ser declarados imputables dentro del sistema penal por delitos graves.
‘Gringasho’, el sicario que a los 15 asesinó a una embarazada
Recordado como el sicario más joven del país, Alexander Pérez Gutiérrez, alias ‘Gringasho’, empezó matando perros callejeros a los 12 años para afinar una puntería que luego perfeccionaría con los años. Ese fue parte del entrenamiento que recibió de su tío Roberto Gutiérrez, cabecilla de la banda Los Malditos de Río Seco, a la que ‘Gringasho’ se integró siendo un adolescente.
Alexander Pérez creció en el distrito de El Porvenir, en la provincia de Trujillo, y a los 13 años comenzó a asesinar a personas a cambio de dinero, por lo que llegó a convertirse en uno de los delincuentes más buscados de la región.
El asesinato de una mujer embarazada lo consagró como uno de los sicarios más violentos del país. ‘Gringasho’ acabó con la vida de Deysi García porque no quería que su primo se hiciera cargo del bebé. A raíz de este crimen, ingresó a un centro penitenciario juvenil, pero salió a los dos meses por falta de pruebas.
En 2011, el sicario trujillano se disfrazó de reciclador para matar a tres integrantes de la banda Los Clavos de Alambre. Volvió a ser internado en el centro penitenciario y, al año siguiente, fue sentenciado a seis años de prisión. Pero ese mismo año huyó junto con otros reos.
La Policía lo capturó al poco tiempo y fue enviado al ‘Maranguita’, pero ‘Gringasho’ era escurridizo y astuto. Logró escapar una vez más con otros jóvenes del penal.
En 2013, fue capturado una vez más en medio de una balacera en Santa Anita. En 2017, tras cumplir su sentencia, abandonó el penal Ancón II de Piedras Gordas. Sin embargo, fue detenido una vez más y hoy continúa purgando una sentencia de 10 años en el Centro Penitenciario de Challapalca, en Tacna.
‘Gringasho’ saldría en libertad en septiembre de 2028. Y, de acuerdo con la opinión de los expertos, no cambiará y será un sicario más suelto en las calles del país.
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