Era su mano derecha, el hombre más importante de su gobierno y hasta su amigo, pero nunca se percató de algo irregular.
Felipe Calderón, expresidente de México, se pronunció sobre el fallo de 38 años de cárcel dictado contra Genaro García Luna, su secretario de Seguridad Pública y exzar antidrogas, quien acabó coludido con el sanguinario Cártel de Sinaloa.
Calderón aseguró que nunca tuvo evidencia verificable contra su secretario de Seguridad Pública que lo involucrara con actividades ilícitas "ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que entonces confiaban en él e interactuaban con él".
En X, anotó: "No he tenido acceso a las evidencias ni a los testimonios que se presentaron en el juicio, pero soy hombre de leyes y respeto la acción de de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo, soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos".
García Luna es el político mexicano de más alto rango que ha pisado una corte estadounidense y a los 56 años se convierte en el primer alto mando que purgará una condena en una cárcel de ese país.
El exhombre fuerte de Calderón fue declarado culpable de cinco delitos: tres por conspiración para traficar cocaína, uno más por participar en una empresa criminal continua y otro por dar declaraciones falsas a las autoridades.