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[OPINIÓN] Marisol Pérez Tello: Agua y Oro: Los Piaci
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Diálogos de sordos y pésimo manejo de información y poder, un proyecto tras otro, nos vemos limitados en el uso y explotación de nuestros recursos, de forma pacífica, sostenible y en armonía. Explotar nuestros recursos naturales es un derecho y un deber del Estado. Además, una oportunidad en un momento de transición y crisis energética. ¿Esta explotación es ilimitada?, ¿sin respeto a los pueblos indígenas y al medio ambiente?, ¿sin exclusión de lugares por razones culturales, históricas o espirituales? Por supuesto que no; así lo establece la ley nacional e internacional, pero, sobre todo, es lo justo. Hay elementos comunes cuando se combinan pueblos indígenas, políticas públicas, conflictos sociales, explotación de recursos, acción política. Tendencia a romantizar o ridiculizar el discurso sobre pueblos indígenas, asimilarlos a nuestra lógica sin respeto de la cosmovisión, paternalismo, desconocimiento de su valor histórico y cultural, poco respeto a sus formas tradicionales de toma de decisiones, ausencia de un enfoque intercultural en las políticas públicas, desconocimiento del terreno y sus necesidades. En los conflictos sociales nunca se sabe de los varios oficios y pedidos antes de un acto de fuerza contra el gobierno; tampoco de los compromisos que casi nunca se cumplen después de que se levanta la medida, previo análisis en la opinión pública del acto de protesta usualmente aislado del contexto. Siempre complejo de entender e injustificable si hay violencia de por medio. La explotación de recursos cojea por un deficiente sistema de protección ambiental, una compleja geografía, un sistema de justicia lento, retardo en casos de contaminación, autoridades que no usan el canon en las zonas de influencia por ineptos o porque no son electoralmente rentables. El error de comprensión de que la consulta previa o la licencia social son un trámite burocrático y no un instrumento para difundir, explicar, aclarar, compensar y mostrar las bondades de un proyecto. Ni menciono corrupción e intereses, que son factores de distorsión que aprovechan los problemas de comprensión y gestión mencionados para sus fines. En este contexto es grave el proyecto de ley N° 3518/2022 a propósito del anuncio de Perenco de dejar los lotes 39 y 67 en Loreto por la creación de la Reserva Napo Tigre. Revisar si esta se delimitó correctamente es una cosa, pero el proyecto es muy peligroso y movilizará a los pueblos indígenas en defensa de los pueblos en aislamiento y contacto inicial (PIACI) sumado al riesgo de manejo político. Agua y oro por supuesto, pero también límites y respeto.
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