(OPINIÓN) Camila Bozzo: “¿Variación en el equilibrio del poder?”

-El martes, la Comisión de Constitución aprobó, por mayoría, el dictamen que pretende interpretar la cuestión de confianza con el fin de que el Ejecutivo no pueda usar esta figura sobre funciones exclusivas del Congreso. Lo que se busca, en buena cuenta, es limitar su uso por parte del Ejecutivo para que la disolución congresal no resulte tan sencilla. A pesar de que es inconstitucional alterar el balance de poderes a través de una reforma legislativa (varios constitucionalistas ya lo han dicho), y de que lo que corresponde es hacerlo a través de una reforma constitucional, lo cierto es que su aprobación en el Pleno es inminente, pues las bancadas que han alimentado el dictamen con sus proyectos son algunas de las más numerosas (APP, AP, Podemos y Avanza) y porque, al final de cuentas, ningún congresista quiere perder su curul. Con esta variación en el equilibrio del poder es posible que el Congreso se despabile y decida interpelar y censurar al gabinete Bellido que, a estas alturas, es insostenible porque adolece de la autoridad moral y profesional para conducir el país.

-El viento sopla a favor del gobierno para materializar sus pretensiones de reactivar la economía a punta de gasto público (después del mensaje a la nación queda claro que la inversión privada es la última rueda del coche). Han recibido el país con una deuda pública baja y con reservas monetarias, y tienen un amplio margen de acción para aplicar sus iniciativas de gasto. El problema es que estas van a generar una bonanza ilusoria que no será sostenible y que implicará gastarnos la riqueza y ahorros responsablemente generados en los últimos años.

-Y mientras todos presenciamos, pasmados, la anarquía gubernamental, pasa desapercibida la presentación en el Congreso de un proyecto (AP) que busca que universidades no licenciadas puedan, en un plazo de dos años, superar las observaciones y licenciarse. En ese plazo la Sunedu no podría identificar nuevas irregularidades. Su aprobación constituiría un retroceso en la reforma universitaria.